Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí

Enviar Sugerencia
Conectarse a través de Whatsapp
Temas del día:
Buscar
Espectáculos |MANO A MANO CON EL DIA

Thelma Fardin: “Me hice actriz para poder jugar a todas las cosas que quería ser”

La intérprete es parte de “Giro de Ases”, estreno del jueves en el que se pone en la piel de una maga, para el cual tuvo que investigar el mundo mágico. En diálogo con este medio, habla de la película, de sus inicios y de su lucha

Thelma Fardin:  “Me hice actriz para poder jugar a todas las cosas que quería ser”

Crédito: Ignacio Chinchilla

Pedro Garay

Pedro Garay
pgaray@eldia.com

13 de Septiembre de 2020 | 03:31
Edición impresa

“Uy, sí”: cierta desolación escapa de la voz de Thelma Fardin cuando se instala como tema cómo viene llevando la cuarentena. La actriz “estaba muy refugiada en mis compañeras”, y ahora “lo sigo estando, pero sin el abrazo” que extraña como todos, pero de todos modos, rápidamente se corrige y admite que “dentro de todo, lo llevo bien”.

“Volví a bailar, estoy haciendo danza contemporánea desde el encierro, y me está conectando con algo que me encanta”, comenta en diálogo con EL DIA Fardin, y, además, cuenta que aprovecha los días para “escribir mucho” y dedicarse a la militancia femenina, “con ganas de seguir contando historias desde la escritura, ahora que como actores no tenemos la posibilidad de poner el cuerpo”.

Y el parate tampoco le cayó tan mal. “Fue interesante poder frenar, venía con mucho laburo y mucha militancia activa, viajando. Entonces me vino bien también frenar, ver dónde estoy parada, qué deseo para lo que viene. Como a todo el mundo: esto nos hizo barajar y dar de nuevo”, lanza Fardin, riendo por la alusión a “Giro de ases”, la película sobre magia, cartas y romance de Sebastián Tabany que protagoniza junto a Juan Grandinetti, y que se estrena el jueves por el canal Cine.Ar a las 22 (desde el viernes, estará disponible en la plataforma de Cine.Ar, gratis).

La intérprete nacida en Bariloche hace 27 años es reconocida para el gran público por sus trabajos en la pantalla chica, donde participó en tiras como “Sos mi vida”, “Patito feo”, “Guapas”, “El hombre de tu vida”, “Somos familia”, entre otras, pero en realidad, su carrera comenzó en el cine: con seis años trabajó en “La edad del sol”, y “Giro de ases”, donde Fardin encarna a Mariana, maga y consejera del protagonista, encarnado por Juan Grandinetti, es su quinta película, tras una cinta que la liga a nuestra ciudad, “Amanda: el día que Einstein vivió en La Plata”, “Callcenter”, estrenada en 2018 pero rodada en 2013, y “La estrella roja”, que estrena en noviembre.

- Ahora, en ninguno de esos papeles te tocó aprender magia, como para “Giro de ases”.

- Fue lo que más me sedujo de la película cuando se acercó Sebastián (Tabany, el director) con el guión. Cuando era chiquita, tenía tanta desesperación por hacer miles de cosas que me hice actriz, me parecía que como actriz iba a poder jugar a todas esas. Así que cuando se me acercó Sebastián y me dijo que los trucos de magia los íbamos a hacer nosotros, que no se iban a hacer en posproducción o con cortes de cámara, me pareció bellísimo.

- ¿Te hiciste actriz para jugar a ser otra cosa?

- Digo para jugar porque era pequeña, entonces era totalmente desde lo lúdico, a los cinco, seis años no tenía noción de una profesión. Tampoco tenía noción, como les pasa a los chiquitos que nacieron con la pantalla pegada, de ser famosa: para mi era otra cosa, quería jugar. Después, claro, es algo que uno va eligiendo desde un lugar diferente a medida que pasa el tiempo: yo venía de hacer más cine, más teatro, siendo muy pequeña, cuando apareció la tele en mi vida.

- Ahí entró la fama en tu vida.

- Yo no tenía contacto con lo que era la fama hasta que quedé en “Sos mi vida”, con Natalia Oreiro y Facundo Arana que volvían después del exitazo de “Muñeca Brava”, y cuando todavía la tele hacía 30 puntos de rating: para mi fue sorprendente salir a la calle y que me paren, que me reconozcan, estaba desconcertada, no sabía si quería eso, no podía salir con mis amigos… Ahí descubrí la parte de responsabilidad de la profesión, tener que pararme a sacar fotos todo el tiempo, porque hay que tener un vínculo con el público: no podés ser desagradecido con el público porque los actores y las actrices existimos en la medida en que somos mirados. Si no, es un arte que está incompleto. Así que fue todo un proceso, pero me terminé amigando, bancándome esta otra cara de la profesión.

“Si pongo toda mi expectativa de sanar en que un juez baje un martillo, estoy al horno”

 

 

- ¿Así que “Giro de Ases” es una especie de reencuentro con el costado lúdico de la profesión para vos?

- … Es que soy muy de pensar, no se si hay algún momento en el que dejo de pensar. Sí hay algo de jugar a hacer magia... pero fue todo un desafío, porque en la magia te divertís cuando te salió el truco y ves la sorpresa del otro. Pero fue, uffff… Creo que nunca estuve tan estresada para una escena como en la primera escena de mi personaje en la película, tenía que hacer una rosa de papel, más el truco, más el peligro del fuego…

- ¿Y cómo encaraste interpretar a una maga? ¿Hubo investigación previa, entrenamiento?

- El mundo de la magia me sorprendió por completo, me rompió todos los prejuicios, me parece que dentro de las artes no valoramos a la magia como un arte, y reconozco que yo tampoco lo hacía. Y cuando te metés, es apasionante, y hay mucho arte ahí. Pero descubrí que hay pocas magas mujeres. Hay una maga muy famosa, Dolly Kent, y que investigando encontré que mientras va haciendo un truco se va desnudando. Y cuando vi eso pensé “qué macana, otra vez la mujer puesta en el lugar de objeto”, la que cobraba relevancia era la que ponía el cuerpo desde un lugar objeto. Las mujeres en la magia, además, siempre aparecían en ese rol de asistente… Investigando, además, descubrí que en Argentina hay toda una cultura, tres campeones mundiales, pero no hay mujeres, hay muy pocas mujeres magas. Entonces me pareció divino poner a mi personaje en el lugar de ser maga, y además creadora de magia.

- Tu personaje también se sale del estereotipo, o de lo que esperaría el espectador prejuicioso de una comedia romántica, en lo romántico: no se enamora del personaje de Juan, sino de otra chica. ¿Te parece importante que aparezca representada la homosexualidad con esta naturalidad en la pantalla?

- Es hermoso. Yo como mujer, por fuera de ser actriz, soy heterosexual, soy la norma en un montón de cosas, entonces me pareció precioso correr a mi personaje de ahí, desmarcarlo de las expectativas que puede tener el espectador.

- Tabany (el director de “Giro de ases”) contó que cuando comenzó a buscar a los actores, pensó en vos no solo por tu talento, sino por quién sos, por la lucha que llevás adelante… ¿Te das cuenta de la relevancia que has cobrado?

- Con el tiempo, sí. Hay algo que por un lado que yo quise sostener, y por otro lado algo que se sostuvo desde la conciencia social: cuando al principio escuchaba “fue un antes y un después”, pensaba “bueno, veremos cómo es ese después, veremos si después de este momento de titulares, esto deja de estar”. Entiendo que a la hora de pensar en mi se piensa como actriz y también en este rol político, y creo que es así, no es lo mismo contratarme que no contratarme, por defender estos valores, este rol que asumí y en el que fui puesta, porque no es que yo quise, sino que se dieron una serie de cosas: yo me hago cargo, lo vivo desde el deseo, con responsabilidad, no como una carga. Pero he sido clara con los directores con los que he trabajado después de asumir este rol: en el set te puedo dar mi mirada como cualquier ser humano, pero después soy una actriz. Si yo quiero contar una historia desde mi perspectiva, me pondré a escribir; en el momento en el que estoy ahí, soy una obrera al servicio de la historia que otro quiere contar.

EN LA LUCHA

Fardin está haciendo uso de su perspectiva, forjada a través de su historia personal, desde su militancia: integrante del colectivo Actrices Argentinas, la intérprete sigue aún en cuarentena trabajando desde el feminismo mientras, en paralelo, continúa recorriendo el tortuoso camino en busca de justicia tras denunciar de violación al actor Juan Darthés, hoy en Brasil intentando evitar la extradición para ser juzgado.

El camino ha estado lleno de piedras, incluso con el acompañamiento de sus compañeras de lucha, porque además de resistencias en la Justicia encuentra la resistencia de cierta parte de la población, que observan y critican cada uno de sus movimientos, vigilan cada posteo en redes sociales, listos para el repudio.

“Trato de entender que no es un problema mío, es un problema de cómo está configurada la sociedad: todos opinamos de todo, con la pandemia todos somos epidemiólogos…”, afirma Fardin.

-¿Las redes sociales son un problema?

- Es muy particular lo que sucede con las redes, hay un montón de cosas a favor, la lucha feminista por ejemplo lleva mucho tiempo y sin embargo la posibilidad de las redes permitió algo liberador; y la contracara es que se opine sobre todo, que si tomás un rol protagónico estés expuesto a un escrutinio que no creo que sea justo. Pero está en una si te dejás volver loca por eso. Por supuesto, esto es un proceso de pensamiento: obvio que está el momento en el que digo “¡la p…, quién me mandó!”... No es que soy un monje zen. Pero después, trato de hacer ese otro recorrido y concentrarme en lo que importa para mi, conmigo misma.

“Entiendo que a la hora de pensar en mí se piensa como actriz y también en este rol político, y creo que es así, no es lo mismo contratarme que no contratarme”

 

- Ahora, además del escrutinio constante, tenés que lidiar con los vericuetos y el desgaste de pedir justicia, tras más de un año reclamando y mil trabas… ¿Cómo viene la causa?

- Intentamos avanzar con el pedido de extradición. Es muy complejo, y es muy injusto: ya fue injusto que me tuviera que tomar un avión a Nicaragua. Si hacer una denuncia es difícil, imaginate hacer una denuncia a tantos kilómetros de tu país, de tu gente, de tu cultura, es doloroso. Y ahora tener que pensar en ir a litigar a Brasil es indignante. ¿Hasta dónde tiene que llegar la víctima para conseguir justicia? Es una justicia patriarcal, se construye hacia afuera que las víctimas ganan dinero por denunciar cuando lo único que hacés es gastarlo, en abogados, en pasajes, en producción de prueba. Y estás sometida constantemente a la revictimización… Entonces, está la justicia que necesita la víctima, la justicia real, lo que existe en los papeles, y la justicia que la gente quiere. Yo trato de hacer el ejercicio de qué es lo que a mi me hace bien, porque cuando vas a las cifras, 97% de los casos de abuso sexual quedan sin condena. Yo ya fui un caso único y particular en un montón de cosas, ¿por qué habría de ser de ese 3% que consigue algo parecido a la justicia? Así que yo avanzo en este proceso en todo lo que esté a mi alcance, y después trato de seguir con mi camino, que es lo sanador para mi, porque si pongo toda mi expectativa de sanar en que un juez baje un martillo, estoy al horno. Son dos caminos paralelos: por un lado, busco lo que me haga bien a mi, y por otro, trabajo para que la justicia tenga perspectiva de género frente a esta realidad, como parte de un proceso histórico que es mucho más grande que yo, porque cuando la construcción es colectiva, podés conquistar mucho más terreno. Aunque ahora con el aislamiento hubo un poco de retroceso, al estar aisladas, sin tomar las calles que era nuestro lugar de encuentro, donde podíamos pujar para que se conquistaran más derechos.

- Cambiar a la Justicia es algo complejo, pero ¿sentís que al menos algo está cambiando tras tanto esfuerzo en la industria audiovisual tras tu denuncia y la lucha feminista?

- Sí. Siempre es más lo que se espera, siempre es más lo que se puede hacer, pero creo que tenemos ahí un aliciente, algo que demuestra que vale la pena, vale el esfuerzo, toda esta lucha: no creo que lo que viva una piba de 16 años hoy metiéndose en el mundo artístico sea lo mismo que me tocó a mi, en un sentido incluso más amplio que el hecho que yo denuncio. Ahí es donde una decide seguir adelante con la lucha: es por mi, pero también por mis compañeras y por las nuevas generaciones, para que tengan experiencias más amables cuando quieran perseguir sus deseos y cumplir sus sueños.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE

Multimedia

Crédito: Ignacio Chinchilla

Thelma Fardin durante un alto del rodaje de “Giro de ases”

Crédito: Ignacio Chinchilla

+ Comentarios

Para comentar suscribite haciendo click aquí

ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES

HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS

Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales

¿Ya tiene suscripción? Ingresar

Básico Promocional

$120/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $2250

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Suscribirme

Full Promocional

$160/mes

*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $3450

Acceso ilimitado a www.eldia.com

Acceso a la versión PDF

Beneficios Club El Día

Suscribirme
Ir al Inicio
cargando...
Básico Promocional
Acceso ilimitado a www.eldia.com
$120.-

POR MES*

*Costo por 3 meses. Luego $2250.-/mes
Mustang Cloud - CMS para portales de noticias

Para ver nuestro sitio correctamente gire la pantalla