Alimentos o medicamentos
Edición Impresa | 30 de Octubre de 2021 | 01:18

Bárbara Agelvis
Alimentos o medicinas. Esa es la disyuntiva a la que se enfrentan miles de adultos mayores en Venezuela, ya que la pensión que perciben, que no supera los 10 dólares mensuales, no alcanza para cubrir ambas necesidades. Esta situación ha convertido a los ancianos en foco de atención de quienes reparten ayuda humanitaria.
No son protagonistas de grandes manifestaciones, pero eso no implica que no haya quejas. Para muchos ha significado un golpe moral y económico la pérdida de poder adquisitivo, a consecuencia de la hiperinflación que llevó al país a una grave crisis. No imaginaron tener que elegir entre dos opciones esenciales.
Son personas que, antaño, hicieron especializaciones, maestrías o doctorados en universidades en el extranjero, que llevaban un nivel de vida acomodado y que esperaban tener una vejez tranquila, pero hoy deben buscar ayuda o aceptar recibirla para poder combatir sus enfermedades o alimentarse.
Según la ONG Convite, que promueve los derechos sociales, un 86,9 por ciento de las personas mayores en Venezuela viven en situación de pobreza.
Algunos manifiestan su necesidad y a otros basta solo con verlos para darse cuenta de que están en situación precaria.
Un ejemplo son los profesores jubilados de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
Ante esta institución, la Gerencia de Protección Social del Instituto de Previsión del Profesorado de la alma mater ha identificado 100 profesores en condición de vulnerabilidad, algunos sin apoyo familiar por diferentes circunstancias, entre las que destaca la crisis migratoria, pues mientras los más jóvenes se marchan, los abuelos se van quedando atrás.
Estas 100 personas fueron ubicadas gracias a una encuesta elaborada con el apoyo de nutricionistas e investigadores, y enviada a la población docente de la UCV, que es de aproximadamente 8.000 y de los cuales solo el 10 % respondió.
La encuesta se realizó con una finalidad: prestar apoyo alimentario a estas personas que, según explicó el gerente de Protección Social del Instituto de Previsión del Profesorado, Manuel García, presentan condiciones de desnutrición.
En principio, se comenzó a recolectar alimentos espontáneamente, para ayudar en 2019 a un profesor que, más tarde, falleció. García señala que sus condiciones de desnutrición aceleraron su muerte.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE