EE UU en alerta: mayor suba de precios desde 1990
Edición Impresa | 11 de Noviembre de 2021 | 02:12

WASHINGTON
La inflación aumentó más de lo previsto en octubre en EE UU, llegando a niveles récord, debido a problemas persistentes en las cadenas de suministros mundiales que afectan notablemente los precios de la energía. Al respecto, el presidente Joe Biden aseguró que reducir esta escalada de precios es una de sus “principales prioridades” ya que “daña el bolsillo de los estadounidenses”.
El alza de precios fue de 0,9 por ciento en octubre respecto al 0,4 por ciento de septiembre, según el índice de precios CPI publicado ayer por el Departamento de Trabajo. Los analistas esperaban 0,6 por ciento.
Respecto a octubre de 2020, los precios subieron un 6,2 por ciento frente al 5,4 por ciento de septiembre. Este es el mayor aumento registrado desde noviembre de 1990, según precisó el Departamento en un comunicado.
El alza es generalizada para todos los sectores, aunque es particularmente notable en el de la energía, la vivienda, la comida y los vehículos.
La inflación subyacente, la que excluye precio volátiles como el de la energía, sigue siendo elevada y aumentó 0,6 por ciento en octubre contra 0,2 por ciento en septiembre.
DATO PREOCUPANTE
Se trata del quinto mes consecutivo en el que la inflación interanual se sitúa en EE UU por encima del 5 por ciento.
El dato del mes pasado genera especial inquietud, ya que muestra un alza más generalizada que en meses anteriores, que se había centrado en sectores específicos.
Los precios de la energía subieron en octubre un 4,8 por ciento y los de los alimentos subieron un 0,9 por ciento, según el informe del gobierno.
En concreto, los precios que pagan los consumidores por la nafta aumentaron un 6,1 por ciento el mes pasado y han subido un 49,6 por ciento en un año.
Para Jason Furman, profesor de Economía de Harvard e investigador del Instituto Peterson de Economía Internacional, la subida mensual de precios del 0,9 por ciento en octubre es un “indicador extremadamente alto”.
“Además, la inflación se está extendiendo. Ha sido un gran salto incluso si excluimos los coches y servicios afectados por la pandemia”, indicó en su cuenta de Twitter.
PRESIÓN SOBRE LA FED
El dato de ayer añade presión a la Reserva Federal (Fed, banco central estadounidense) que ya anunció que comenzará a reducir gradualmente a partir de este mes el multimillonario programa de compra de bonos lanzando para apoyar a la economía tras la crisis provocada por la pandemia.
La semana pasada, la Fed dejó sin cambios los tipos de interés en el rango de entre 0 y 0,25 por ciento y anunció el inicio de la rebaja de las inyecciones de liquidez en 15.000 millones de dólares al mes.
Con esta decisión el volumen de compras mensuales de bonos, actualmente en 120.000 millones de dólares, se iría reduciendo progresivamente con el objetivo de acabar completamente con el programa a mediados de 2022.
“Si la inflación no disminuye, la Reserva Federal puede necesitar reducir su programa de compra de bonos a un ritmo más sustancial y elevar los tipos de interés, lo que podría dañar los activos financieros”, advirtió Nancy Davis, directora del fondo de inversión Quadratic Capital Management.
Pese a conceder que es más persistente de lo anticipado unos meses atrás, el presidente de la Fed, Jerome Powell, recalcó la pasada semana que sigue pensando que la elevada inflación obedece a factores que son “transitorios”, como los problemas en las cadenas de suministro globales y la “fuerte demanda”.
Así, consideró que los “motores” de esta mayor inflación están directamente “conectados con las alteraciones causadas por la pandemia” y destacó que no ve presiones inflacionarias sobre los salarios.
Por ello, estimó que el alza de precios comenzará “a moderarse en el segundo o el tercer trimestre de 2022”.
En septiembre, la Fed rebajó sus previsiones de crecimiento económico hasta el 5,9 por ciento este año, frente al 7 por ciento estimado hace tres meses; mientras que elevó levemente las de inflación del 3,4 por ciento al 4,2 por ciento para final de 2021.
El banco central estadounidense tiene previsto celebrar su última reunión del año de política monetaria el 14 y 15 de diciembre. (AFP y EFE)
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