Berni criticó al Presidente y crece la interna en el FdT
Edición Impresa | 23 de Noviembre de 2021 | 03:31

Lejos del optimismo con el que el Gobierno celebró el resultado en las legislativas del 14 de noviembre (principalmente por la remontada electoral en la provincia de Buenos Aires), el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, se diferenció ayer de esa lectura y, sin eufemismos, habló de “pérdida rotunda”. Además, reconoció que “en lo político” está “cada vez más alejado” del Frente de Todos (FdT) y dijo que “no” cree en la promesa del Presidente, Alberto Fernández, de llamar a una PASO peronista para las presidenciales de 2023.
Fue durante una entrevista radial que al funcionario de Axel Kicillof le pidieron que analizara la performance oficialista en las elecciones de medio término. Allí, el FdT sacó unos 8 puntos menos que Juntos por el Cambio a nivel nacional, pero en la Provincia Victoria Tolosa Paz consiguió achicar la brecha con Diego Santilli a poco más de un punto. Eso llevó a la candidata peronista a deslizar que tal vez al oficialismo le había tocado “perder ganando”. Algo con lo que Berni se mostró en desacuerdo: “Se gana cuando se gana y se pierde cuando se pierde. Lo que me preocupa es si entendimos lo que nos dijo el pueblo y si somos capaces de revertir la dirección por la que este pueblo no nos ha votado”, disparó para después sentenciar: “Yo creo que fue una pérdida rotunda y tiene que ver con cuestiones de forma, más que de fondo”.
El funcionario provincial evitó responsabilizar directamente al Presidente por el resultado: “No me corresponde ponerle nombre y apellido al padre de la derrota, cada uno debe saber lo que hace”, dijo, pero inmediatamente después recordó que cuando Néstor Kirchner perdió las legislativas de 2009 renunció al Partido Justicialista (que hoy preside Fernández). “Fue un gesto de entender el mensaje de las urnas -valoró sobre la actitud del fallecido expresidente-, porque sino entendemos las urnas, la elección no ha tenido sentido más allá de renovar democráticamente lo que la Constitución manda. La voz del pueblo es la de Dios y se expresa cada dos años en las urnas”.
El ministro viene de acumular roces dentro del oficialismo desde antes de las PASO, cuando se vio obligado a retirar las listas que había armado para competir en la primarias bonaerense del Frente de Todos. Ayer abonó a esa interna cuando recordó la influencia del Presidente en la conformación de las nóminas: “Si tuviera poco poder (como le señalaron los periodistas que lo entrevistaban) no hubiera puesto dos cabezas de lista: en la Provincia y la Capital”, terció.
Tampoco abandonó el tono crítico cuando le tocó opinar sobre la convocatoria de Fernández a una eventual primaria peronista para las elecciones de 2023. “Déjenme que no le crea mucho a quienes dicen que va a haber PASO dentro de cuatro años”, comenzó y, en obvia referencia al Presidente, remató: “Discúlpenme, pero no tengo por qué creerle. ¿Por qué debería creerle? Este mecanismo habría que haberlo resuelto antes de las elecciones, no después. Me recuerda mucho a cuando mi hijo hace una macana y me dice ‘te prometo que no la hago nunca más’”.
Los dichos de Berni no hacen más que renovar las tensiones internas dentro del Frente de Todos. Y llegan justo cuando Axel Kicillof se apresta a relanzar su gestión, con el ministro de Seguridad como uno de los principales apuntados.
No obstante, y pese a que reconoció diferencias políticas “cada vez mayores” con su espacio, el funcionario ratificó que por ahora seguirá en el gabinete previncial: “Sigo con el gobernador porque es de las pocas personas que ha entendido el fenómeno de la seguridad”, confirmó y destacó que “cuando uno tiene un gobernador que comprende de lo que estamos hablando y hace todos los esfuerzos para revertirlo, es de buena persona seguir acompañándolo”.
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