Por un techo roto, en un Jardín hay clases por grupos y en un pasillo

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Desde hace varios meses, en el Jardín de Infantes Nº 930 de Abasto, 60 nenas y nenes asisten a clases semana de por medio y cuando les toca, usan como aula un pasillo y una cortina de tela como puerta, denunciaron desde la comunidad educativa. Todo, porque los desprendimientos de mampostería en un sector del techo obligaron a cerrar un aula y una batería de sanitarios.

“Da mucha pena las condiciones en las que está el Jardín. Yo soy ex alumna y tengo dos hijos que también fueron ahí”, dijo Virginia Lucero, una vecina de Abasto que aún con sus hijos fuera de la institución sigue formando parte de la cooperadora.

La mujer, consideró “muy feo que se caiga el techo y no anden los baños. Ese es el único Jardín estatal de la zona”, indicó.

Según contaron desde la comunidad educativa, la institución situada en 212 entre 519 bis y 520 tiene una matrícula de 300 alumnos distribuidos en 10 secciones. De esas, dos funcionan en un salón que quedó fuera de servicio por la clausura del corredor que hay que atravesar para llegar al aula en la que funcionan.

“Tenemos un problema en el techo desde hace muchos años. En su momento, se arregló una parte y quedó otra sin hacer”, dijo otra fuente de la comunidad educativa que está cerca del problema. El edificio es preexistente a la institución que tiene 50 años de vida, contó. Se trata de una vivienda que recibió dos ampliaciones. Al parecer, uno de la filtración se produce en la unión de uno de los anexos. Así, “hay filtraciones, paredes con humedad y baños clausurados”, se indicó. Tras la clausura, se mudó el aula cerrada al pasillo de uno de los accesos, separado ahora del resto del jardín por una tela. “No es la misma calidad que para el resto de los chicos. Se da clases en medio de un murmullo”, lamentó la fuente y aclaró que las autoridades del Jardín vienen pidiendo asistencia “desde hace dos meses y medio”.

 

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