Ofreció entregar todo a cambio de sacar a sus hijas del auto pero le dispararon igual

Una familia que volvía de vacaciones vivió momentos de horror al ser asaltada por un grupo de malvivientes que, pese al ruego para que dejaran sacar del auto a las hijas de la pareja, le dispararon al padre y lo mataron. El hecho tuvo ribetes de inconcebible violencia y pudo haber tenido un saldo todavía mayor en víctimas fatales puesto que la esposa del hombre asesinado y sus hijas chocaron luego contra un poste, un árbol y otro automóvil en medio de la huída.

Todo ocurrió en la localidad bonaerense de San Francisco Solano, en la esquina de avenida San Martín y Santa Ana, por donde en la madrugada de hoy circulaban Sergio Lust (46), su esposa Anahí Jara (36) y sus hijas de 2, 5 y 9 años en un VW Vento provenientes de la costa atlántica y rumbo a su casa en José Mármol.

Al llegar a la esquina mencionada Sergio Lust se detuvo en un semáforo, oportunidad que un malviviente aprovechó para tirarse al piso delante del coche, fingiendo haber sido atropellado. Enseguida aparecieron otros siete ladrones y uno de ellos le pidió que subiera al auto al falso herido para llevarlo al hospital. Al advertir que todo era un engaño, Lust le propuso al ladrón que se quedara con el auto pero que le permitiese bajar del mismo a sus hijas que dormían en el asiento trasero.

El ladrón de le dijo "a las nenas no las sacás”, y Lust insistió con desesperación al tiempo que el delincuente lo amenazaba con matarlo.

En ese momento el que se había tirado en el piso se paró y le disparó. Lust alcanzó a acelerar para huir pero el otro malviviente le efectuó otro disparo que le impactó en la cabeza.

Con su marido inconsciente, con el auto acelerado, la esposa de Lust tomó el volante como pudo puesto que ella estaba sentada atrás con sus hijas. La arriesgada maniobra  se prolongó por unas   ocho cuadras hasta que el auto se subió a la vereda, chocó primero un poste, después un Citroën Aircross de un hombre que lo sacaba del garaje y, por último un árbol. Los bomberos ayudaron a la familia a salir de entre los hierros retorcidos. La niña de 9 años sufrió fractura de clavícula y sus hermanas y madres diferentes golpes. El conductor murió a poco de ser asistido.
“Lo mataron por nada”, dijo Anahí ante la prensa y reiteró que "Sergio no quiso ni resistirse al robo, estaba dispuesto a entregarle todo a los ladrones".

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Los acusados quedaron grabados por una cámara de seguridad de la zona cuando llegaban al lugar de los hechos. También había otras ocho personas demoradas, que se investigaba si eran parte del grupo de siete que participó del asalto.

Sergio trabajaba como chofer de una camioneta de reparto para una empresa textil. No era la primera vez que su jefe, el dueño del negocio, le prestaba su auto para que pudiera irse de vacaciones con su familia.

Habían estado dos semanas en San Bernardo. Todo había salido tan bien que decidieron alargar un poco más la estadía y se quedaron dos días más.

“Era un tipo buenísimo. Una persona maravillosa, genial. Siempre ayudó a toda la familia. Siempre estaba Sergio. Esto es una desgracia”, lamentó su cuñada Jimena, muy conmovida, en diálogo con Clarín.

Anoche, sus hijas todavía querían saber lo que había pasado con su papá. “La más grande pregunta por el padre. No sabemos qué decirle. La más chiquita también. ‘Papi, papi’. Le decimos que se fue al cielo. Ve a la madre llorando. Estamos todos destrozados”, expresó.