Nadal y Tsitsipas definen en Barcelona el tradicional torneo Conde de Godó

El español Rafael Nadal, máximo favorito, y el griego Stefanos Tsitsipas, segundo, animarán hoy desde las 11 (ESPN 2), la final del torneo de tenis ATP 500 Conde de Godó, de Barcelona, que se desarrolla sobre polvo de ladrillo y reparte un total de 1,565 millones de euros en premios.

Los dos tenistas llegan en un gran momento, por lo que habrá promesa de gran partido, con resultado realmente incierto.

El tenista griego, que viene de coronarse campeón del Masters 1000 de Montecarlo, hace apenas una semana, derrotó ayer en una de las semifinales, al italiano Jannik Sinner por un doble 6-3, en un partido muy peleado, donde Tsitsipás le quebró el servicio e hizo prevalecer su mayor precisión.

Para el helénico será su segunda final en tres participaciones después de que en la edición 2018 perdiera precisamente ante el español Rafael Nadal.

A propósito, Nadal le ganó ayer en semifinales a su compatriota Pablo Carreño Busta (sexto preclasificado) por 6-3 y 6-2.

Para Rafa fue su victoria número 451 sobre polvo de ladrillo, superficie sobre la que es rey indiscutido.

Carreño Busta, otro jugador en pleno ascenso, había sido el verdugo en cuartos de final del argentino Diego Schwartzman.

NOVAK DJOKOVIC, ELIMINADO EN BELGRADO

El serbio Novak Djokovic, número uno del escalofón mundo, quedó eliminado sorpresivamente en las semifinales del ATP 250 de Belgrado, al perder ayer ante el ruso Aslan Karatsev, que se ubica en el puesto 28vo del ranking de la ATP.

Karatsev, que este año en Dubai ganó el primer título de su carrera profesional, se impuso por 7-5, 4-6 y 6-4.

Djokovic era el máximo favorito a la corona y ayer desperdició 23 pelotas de quiebre. El partido duró tres horas y media.

En el encuentro final, Karatsev se medirá con el italiano Mateo Berrettini, que se impuso al japonés Taro Daniel por 6-1, 6-7 (5) y 6-0.

De esta manera, el tenista serbio comienza la temporada sobre tierra batida, hilvanando dos derrotas en cadena, que podrían afectar su confianza de cara a las próximas dos competencias: el Abierto de Roma y Roland Garros.