Imponen proyecto que condiciona la estrategia por la deuda con el FMI
Edición Impresa | 14 de Mayo de 2021 | 04:39

A pocas horas de la entrevista que el presidente Alberto Fernández tiene previsto mantener hoy en Roma con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, para avanzar en las negociaciones por la deuda argentina con el organismo, el kirchnerismo logró aprobar anoche en el Senado el proyecto de declaración que “exhorta” al Ejecutivo a utilizar unos 4.500 millones de dólares que giraría el Fondo por “derechos especiales” para gasto social y no para honrar compromisos financieros, en lo que pareciera otro capítulo de la interna oficial desatada hace semanas alrededor de la figura del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Justamente la iniciativa del senador ultrakirchnerista Oscar Parrilli había obtenido dictamen de comisión dos días antes de la partida de la comitiva presidencial a Europa, que incluye al timonel de Economía, cuestionado por el ala kirchnerista del Frente de Todos luego de su infructuoso intento de desplazar al subsecretario de Energía, Federico Basualdo. Ayer, en una sesión especial de la Cámara alta, el bloque del Frente de Todos logró imponer su mayoría y dar aprobación a un proyecto de “alto contenido político”, como admitió una fuente oficial consultada. No estuvo la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Interna
Desde la otra vereda, el senador riojano Julio Martínez (Juntos por el Cambio), calificó a la propuesta declarativa como una intentona para “moverle el `banquito` al Presidente y al ministro también”. En este sentido, el ex ministro de Defensa de Mauricio Macri dijo que “la única razón que tiene este proyecto es marcarle la cancha al propio ministro del oficialismo. Hay claramente una contradicción, dos discursos del propio gobierno que chocan todo el tiempo y crean complicaciones al país”, al tiempo que advirtió que esos recursos que giraría el Fondo no estarían disponibles hasta agosto próximo.
Hoy el presidente Fernández y la directora gerente del organismo de crédito se verán las caras en un hotel de Roma y, presumiblemente, estarán acompañados por Guzmán: el objetivo del cónclave es avanzar las negociaciones para refinanciar la deuda de 44 mil millones de dólares. Empero, la principal intención sería dar una señal al Club de París para que facilite la prórroga de los pagos por 2.400 millones de dólares que vencen en algunas semanas. Un paso previo que debe dar antes de acordar con el FMI.
Con este telón de fondo, el kirchnerismo decidió avanzar con el proyecto de Parrilli para usar los denominados Derechos Especiales de Giro (DEG) del Fondo “para superar la crisis económica fruto de las consecuencias de la pandemia”. Al hacer uso de la palabra, el senador neuquino indicó que el organismo multilateral “tiene que cambiar las exigencias a sus países deudores” y afirmó que las protestas sociales actuales en Colombia se han producido “porque querían aplicar allí las políticas del FMI”. Tras asegurar que el objetivo de la iniciativa es apoyar al Ejecutivo y “a nuestro ministro de Economía”, no se privó de señalar que con la declaración “hacemos esta exhortación, este pedido, esta ayuda a nuestro gobierno” dado “las políticas económicas que no tiendan a mejorar las condiciones de vida no son sanas ni sustentables en el tiempo”.
Mientras, el radical Martín Lousteau alertó que el oficialismo “ya ha sumado otros 22 mil millones de dólares a la deuda externa en lo que va de mandato”. Y recordando que tanto Guzmán como el Presidente se encuentran en Europa, les preguntó irónicamente a los senadores peronistas “porqué no hablan estas cosas por WhatsApp” para, así, poder tratar otra agenda que “busque reducir la angustia en momentos en que la crisis pega duro en los bolsillos de la gente y faltan vacunas”.
“Pretender que este proyecto no es una señal hacia adentro de la coalición es por lo menos raro”, agregó Lousteau mirando al senador oficialista Maurice Closs, que había dicho que el “mensaje político” de la declaración sólo iba dirigido a las autoridades del Fondo.
En el kirchnerismo valoraron el debate y remarcaron que “cumplió su objetivo” porque tanto el jefe de Estado como Guzmán “aggiornaron” su discurso a sus demandas históricas hacia los gerentes del organismo de crédito.
En tanto, un funcionario del Ejecutivo consultado reconoció que el proyecto busca “condicionar la negociación. Sin duda hay un mensaje de fondo” y que el ministro de Economía deberá acomodarse “con su estilo” a este “complejo momento político”. Al respecto, aseguró que las charlas con las autoridades del Fondo –el miércoles por la noche el titular del Palacio de Hacienda se reunió con Julie Kozack, directora para el Cono Sur del organismo- intentan mostrar una postura negociadora que también facilite la refinanciación con el Club de París.
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