Dinamarca e Inglaterra se las verán en semis

Inglaterra goleó ayer a Ucrania por 4 a 0 y se clasificó para las semifinales de la Eurocopa, instancia en la que se medirá con Dinamarca, que también en la jornada de sábado superó por 2 a 1 a República Checa.

En el estadio Olímpico de Roma, Inglaterra ratificó su chapa de candidato y goleó a Ucrania: su delantero estrella Harry Kane, en dos ocasiones, Harry Maguire y Jordan Henderson anotaron los tantos de la victoria.

Los británicos siguen con la valla invicta en el certamen y ayer saldaron la deuda en el arco de enfrente: en la primera fase ganaron dos partidos por 1-0 (a Croacia y República Checa) y empataron sin abrir el marcador con Escocia; y en octavos de final contra Alemania se impusieron con más aire, 2 a 0.

El equipo que conduce Gareth Southgate tendrá ahora la ventaja de la localía; las dos semifinales y la final de la Eurocopa se jugarán en el legendario estadio de Wembley, en Londres. El primer choque será entre Italia y España, el martes que viene, en lo que será un clásico que tendrá muchísima atracción en Europa pero en nuestro continente también.

El equipo inglés es uno de los principales favoritos, porque se ha preparado para levantar el trofeo y porque tiene un plantel que viene consiguiendo resultados positivos en competencias internacionales. Y porque desde hace años se invirtió muchísimos millones de libras en mejorar el nivel de la Premier League, la liga más importante del mundo. Que lleguen jugadores de todo el mundo también les sirvió a los ingleses.

Inglaterra jugará el miércoles ante Dinamarca, que ayer se metió entre los cuatro mejores después de 29 años al vencer en Bakú, Azerbaiyán, a República Checa por 2 a 1.

Los goles del ganador fueron de Thomas Delaney (5m. PT) y Kasper Dolberg (42m. PT) y descontó Patrik Schick (3m. ST).

Dinamarca mostró una gran solidez defensiva, más allá del susto al inicio del complemento, y lo mismo hizo con su actuación colectiva en la primera etapa. De esta manera regresó a una instancia definitoria luego de la gesta de 1992 en la que terminó siendo campeón, por única vez en su historia.

Se trata de una resurrección para esta selección, que en su primer partido perdió por lesión (que casi le cuesta si vida) a su capitán Christian Eriksen. De manera milagrosa se clasificó a octavos y desde entonces no para de ganar.