

Detienen al sospechoso del asesinato de Pedro Pablo Mieres en Berisso
Brutal ataque a una escuela técnica de Ensenada: se llevaron computadoras y causaron destrozos
Piden que Cristina Kirchner cumpla con la prisión domiciliaria en otro lugar
El dólar comenzó la semana con un nuevo récord y cerró muy cerca de los $1.300
Pastor amigo de Milei dice que 100 mil pesos se le transformaron en 100 mil dólares por “milagro”
De Blasis se despidió de Gimnasia: "Si uno quiere al club y su aporte es solo de afuera, debe irse"
"Es algo muy lindo y que soñaba": entre lágrimas, Ángel Di María fue presentado en Rosario Central
Avanzan con una obra hidráulica clave para Gonnet: instalan nuevas cañerías
Motociclista muerto en La Plata y atropello fatal en Berisso, las dos nuevas víctimas del tránsito
La Comuna removió otros 45 autos abandonados en la vía pública
Escándalo en la vía pública: Flavio Mendoza se peleó en la calle, hay una denuncia policial
Oportunidad para vender su auto usado publicando GRATIS sábado y domingo
Cuenta DNI de Banco Provincia: los descuentos que se activaron este lunes 7 de julio
Desde Provincia advierten que aumentó 20% la atención en hospitales públicos
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
La cineasta de “XXY” y “El niño pez” estrena el próximo domingo en Starzplay una serie que explora los vínculos entre el poder, los medios y los mandatos de belleza, un thriller político sobre la mugre detrás del glamour
Pedro Garay
pgaray@eldia.com
La cineasta Lucía Puenzo, realizadora de la premiada “XXY”, ha dado el gran salto a la pequeña pantalla: en los últimos dos años, a la directora, hija del oscarizado realizador Luis Puenzo, la han seducido los cantos de cisne de las plataformas on demand, siendo primero la showrunner de “La Jauría”, serie chilena producida para Amazon Prime Video, y ahora, de “Señorita 89”, uno de los estrenos latinoamericanos del año, que llega a Starzplay el próximo domingo para mostrar el turbio y sangriento detrás de escena de un concurso de belleza.
En diálogo con EL DIA, Puenzo relata que se encontraba rodando una serie en México cuando los hermanos Larraín, con los que trabajó en “La Jauría”, la llamaron para proponerle realizar una serie sobre un certamen de belleza en México.
Puenzo dudó, por dos motivos. El primero es que había en ella (y todavía hay) cierta pulsión por no soltar al cine.
Las series y el cine “son deportes muy distintos: las series son como una maratón, 12 semanas de rodaje, 7 meses escribiendo, 7 meses editando”, frente al esfuerzo más contenido del cine, explica. Además, las series implican llegar a la isla de edición “y encontrarme con material que no filmé, tener que trabajar para que la serie tenga unidad de punta a punta, que no se notan las diferentes manos”. Pero más allá de eso, “quienes hacemos series en Latinoamérica las hacemos de forma similar a nuestras películas, no hay tanta diferencia más allá de la duración de los proyectos”.
“Las series y el cine son deportes muy distintos, las series son una maratón, 12 semanas rodando, 7 meses editando”
Sin embargo, sí tiene el universo de las series, sigue Puenzo, una “voracidad” que amenaza su actividad cineasta: “Estoy haciendo mucha fuerza para no dejar de hacer películas, pero es tan voraz el universo de las series que si no tenés claro que no querés dejar de hacer cine, lo primero que puede ocurrir es que dejes de hacer cine”.
La segunda objeción de Puenzo era el tema: “Lo primero que se me despertó fueron todos los prejuicios que tenía sobre los certámenes de belleza”, se ríe Puenzo. En Argentina la tradición de los certámenes de belleza es más local, más pequeña, menos desarrollada, pero en México es toda una institución televisada a todo el país, que a Puenzo la retrotrajo a momentos de su infancia mirando “todos esos programas de 40 puntos de rating en los que le cortaban las polleras a las chicas y les daban palmaditas en la cola: la familia lo miraba sin noción del horror de lo que estábamos viendo”.
Puenzo no tenía demasiados deseos de abordar ese universo, al igual que una de las protagonistas, Ilse Salas: “Me dijeron que había una serie alrededor de un conjunto de belleza… y no me interesó”, cuenta. “Es un mundo absurdo, es el mundo de los estereotipos, y además quiénes juzgan semejante cosa… De mayor que empecé a tener estas reflexiones: yo crecí con los concursos de belleza, crecí haciendo juicios sobre las mujeres que participaban, si eran feas, gordas, flacas… el horror del que hemos participado todaa la sociedad. Y de más grande, juzgaba a las mujeres que participan en ellos como si fueran solo unas mujeres frívolas. A raíz de hacer la serie, pude indagar más profundamente y dejé de juzgar a las mujeres que participan, y me volví más severa con los dueños, en su mayoría hombres, hombres con dinero”.
Salas seguía aferrada a sus ideas y a su negativa hasta que Puenzo la contactó directamente: entusiasmada por la idea de trabajar con la realizadora de “El niño pez”, Salas la escuchó y “me dijo de qué iba y pensé: ‘Bueno, es distinto’, porque era hablar del lado oscuro de los concursos de belleza”. Porque en “Señorita 89”, que estrenará sus primeros dos episodios el próximo domingo en Starzplay y que estrenará luego un nuevo episodio cada domingo, “el mundo de la belleza no deja de ser una excusa, para hablar de otra cosa, del universo de la política”, dice Puenzo.
Es un thriller político, que sigue Concepción (Ilse Salas), la matriarca del concurso de belleza más importante de México a fines de la década del 80, y las 32 finalistas, todas encerradas hasta la decisión final en La Encantada, una estancia que detrás del paraíso esconde el infierno. Ahí, las participantes experimentarán un duro entrenamiento de tres meses hasta alcanzar el concurso de belleza de Señorita México, mientras son pavoneadas frente al poder político y mediático que financia todo el fastuoso circo. En el camino, entre rencillas de poder y momentos desgarradores, habrá un crimen, quizás inevitablemente, que amenazará toda la estructura.
Porque lo que revela la serie es esa estructura, mediático-política, que convirtió a Señorita México en una institución: “Lo primero que me pasó al meter la cabeza con el grupo de autoras (Puenzo escribió junto a María Renée Prudencio y Tatiana Mereñuk, y dirige la serie con Nicolás Puenzo, Silvia Quer y Jimena Montemayor) fue darme cuenta de que Señorita México es un pedacito más de Televisa, un pedacito más de un imperio mediático que cuenta con la complicidad de la política. Le dan de masticar al pueblo telenovelas, productos para comprar y chicas lindas que se pavonean frente a la cámara”, lanza Puenzo.
“La Encantada es un espacio de ocio para el poder, en el que que se cocinó la entrada de México al neoliberalismo”
Y la connivencia entre el poder y el certamen, los cruces de intereses, se ven reflejados en que La Encantada es “un espacio de ocio para el poder, un espacio kubrickeano por el que desfilaron todos los presidentes de Latinoamérica, presidentes de Estados Unidos, haciendo todos los negociados que se podían hacer, en los que se cocinó la entrada de México al neoliberalismo, algo que se reflejaba en todo Latinoamérica”.
La década del 90, después de todo, está por llegar: la elección de la época no es casual y permite el cruce entre la sociedad del consumo, los mandatos de género, la tiranía de la belleza hegemónica y la política globalizante que se instalaba a través de una pantalla que vendía un falso glamour que apestaba a oscuridad, en México, en Argentina, en todo Latinoamérica.
“Todo lo que hoy nos escandaliza, en 1989 estaba permitido… la cosificación del cuerpo de las mujeres, el acoso sexual en los lugares de trabajo, el abuso de las relaciones de poder por parte de los hombres y la idea de pensar a la mujer como propiedad de un otro, con todas las implicaciones que eso tiene,” expresó Puenzo.
Con todos estos condimentos, las mujeres encerradas y manipuladas, el constante juicio sobre los cuerpos de las mujeres, los poderosos varones paseándose impunes por la estancia, “sin dudas la serie se va a sentir horriblemente incómoda” para los espectadores, concede Puenzo. “Pero es todo lo incómodo que se sentían las chicas en ese mundo, eso que parecía un paraíso y era una cárcel. Es una serie de viaje emocional de los personajes: nos interesaba que la gente se agarrara de la mano de las protagonistas y transitara con ellas lo que iban a transitar. También por eso el viaje es incómodo”.
“Crecí con los concursos de belleza, crecí haciendo juicios sobre las mujeres que participaban, si eran feas, gordas… el horror del que hemos participado toda la sociedad
Ilse Salas,
Protagonista de “Señorita 89”
“Hay toda una industria que está todo el tiempo juzgando a las mujeres, calificándolas y cosificándolas, entonces claro que nos interesa incomodar hablando de eso: si no empezamos por incomodar, no se van a transformar las cosas”, comentó al respecto Salas, protagonista de “Plaza Catedral”, película que quedó en la lista corta para ser parte de los Oscar este año. “Hemos normalizado tantas cosas desde hace tanto tiempo que no tenemos ni idea de que tanto somos parte del problema. Hemos acatado juicios de valor dictados por (en su mayoría) hombres de poder, hemos hecho cualquier cosa para encajar en los estereotipos que nos dictaron pero siempre hay una pequeña flama que se enciende cuando hacemos memoria”, agrega.
Ilse Salas como concepción, la matriarca del concurso de belleza
Curiosamente, su personaje, Concepción, es al menos al principio la que tiene que apagar esa flama: la matriarca de La Encantada es parte de una generación que concebía un horizonte limitado para las mujeres, y en ese sentido “quiere empoderar a las participantes, pero de una manera contradictoria”, dice Salas. “Es una mujer muy típica de su época, y muy típico de ese entonces es que no había manera de llegar a posiciones de poder sin ejercer poder patriarcal, aún siendo mujer. Entonces es por un lado algo rebelde, se codea con hombres de poder, que no era tan común, pero solo lo logro siendo ‘uno de ellos’”.
Concepción, sin embargo, no es villana: “También ella tendrá sus epifanías, no se queda ahí”, adelanta Salas, y lo mismo ocurre con el resto de las mujeres protagonistas, que se desmarcan rápidamente de los prejuicios que pesan sobre ellas, de la imagen unidimensional de estas concursantes que tiene el espectador promedio (incluida la propia Salas, como comentó).
La propuesta original era, de hecho, “que la narradora, Elena, fuera una mujer blanca, universitaria” que se incorpora al grupo para enseñarles cultura general, “y ese es un dato de la realidad: ese año, por primera vez se incorporaban maestras de cultura general, a las chicas les iban a poner un micrófono frente a la boca y tenían que responder algo que no fuera un delirio… lo que también es una idea brutal”
Lo cierto es que esta idea de “que fuera una mujer blanca, universitaria, que venía a iluminar a un montón de chicas con otra formación”, encendía todas las alarmas del grupo de autoras. Así es que surgió la idea de “ampliar este corte a una coralidad de voces que vienen de todo México”: en lugar de tener un grupo de mujeres banales e ignorantes en un concurso de belleza, Puenzo y equipo se dedicaron a humanizarlas, a construirlas como personas complejas con agencia propia.
Y eso, además, habilitaba al conflicto, “encerrar a esas chicas de lugares tan diferentes, para vivir juntas durante tres meses, en un universo feroz, mezcla de fábrica de reinas y cocina política del país que se estaba imaginando. Ese cóctel, bien del género de la pieza, de personajes encerrados en un lugar que va a explotar, nos parecía interesante: desde ahí empezamos a pensar la historia como un thriller, porque esta historia también podría haber sido un melodrama”.
A partir de allí se empezó a cocinar una historia no solo de víctimas, sino de mujeres sororas que resisten. “Trabajamos en contra del prejuicio de que 32 mujeres encerradas en un lugar se iban a arrancar la cabeza por la corona. Pero si se las están masticando, si les hacen todo lo que les hacen… tal vez no se arrancan la cabeza, tal vez se dan cuenta de que si no funcionan juntas, no salen de ahí”, sigue Puenzo, y cierra: “Todo el tiempo salimos a trabajar en contra de eso: las mujeres casi de cualquier edad crecimos con ese slogan de que las mujeres encerradas en un mismo lugar nos matamos entre nosotras. Como grupo de autoras mujeres es interesante entonces revisar eso”.
ESTA NOTA ES EXCLUSIVA PARA SUSCRIPTORES
HA ALCANZADO EL LIMITE DE NOTAS GRATUITAS
Para disfrutar este artículo, análisis y más,
por favor, suscríbase a uno de nuestros planes digitales
¿Ya tiene suscripción? Ingresar
Full Promocional mensual
$670/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $6280
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Acceso a la versión PDF
Beneficios Club El Día
Básico Promocional mensual
$515/mes
*LOS PRIMEROS 3 MESES, LUEGO $4065
Acceso ilimitado a www.eldia.com
Diario El Día de La Plata, fundado el 2 de Marzo de 1884.
© 2025 El Día SA - Todos los derechos reservados.
Registro DNDA Nº RL-2024-69526764-APN-DNDA#MJ Propietario El Día SAICYF. Edición Nro. 6986 Director: Raúl Kraiselburd. Diag. 80 Nro. 815 - La Plata - Pcia. de Bs. As.
Bienvenido
Estimado lector, muchas gracias por su interés en nuestras notas. Hemos incorporado el registro con el objetivo de mejorar la información que le brindamos de acuerdo a sus intereses. Para más información haga clic aquí
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
Bienvenido
Estimado lector, con sólo registrarse tendrá acceso a 80 artículos por mes en forma gratuita. Para más información haga clic aquí
DATOS PERSONALES
Ante cualquier inconveniente durante el inicio de sesión, por favor escribanos a sistemas@eldia.com
¿Querés recibir notificaciones de alertas?
Para comentar suscribite haciendo click aquí