Murió el mayor rival de Pablo Escobar

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BOGOTÁ

Cuando Pablo Escobar arreciaba su ofensiva terrorista contra el Estado colombiano, uno de sus enemigos en la mafia movía las fichas para arrinconarlo. Gilberto Rodríguez Orejuela, “el ajedrecista” y enemigo público del capo, murió el martes a la noche en una cárcel de EE UU a los 83 años, mientras pagaba una condena de 30 años en EE UU, adonde fue extraditado en 2004.

Rodríguez le plantó cara al temido jefe del Cartel de Medellín en una guerra con muchos muertos y millones de dólares de por medio. Al frente del Cartel de Cali, Gilberto y su hermano Miguel, también recluido en una prisión estadounidense desde 2005, se aliaron con las autoridades para acabar con Escobar en 1993.

De origen humilde -de joven hacía entregas a domicilio en bicicleta- “el ajedrecista” pasó entonces a ser el responsable junto con su banda del 80 por ciento de la cocaína que ingresaba a EE UU.

Cuatro décadas después, Colombia es el mayor productor mundial de cocaína y el mercado estadounidense su principal destino. En el camino han quedado capos, jueces y policías sin que el negocio merme.

En sus últimos años estuvo gravemente enfermo de cáncer -uno de próstata y otro de colon- y también sufrió una hemorragia cerebral. Su familia interpuso sin éxito varios recursos para que el narcotraficante pudiera regresar a morir en su país.

En 1987, Escobar declaró “enemigo” a Rodríguez ante su negativa de entregarle a uno de sus socios para ejecutarlo. Tras atentados de ambos lados que acrecentaron la rivalidad en los años siguientes, Rodríguez sumó fuerzas entre los adversarios de Escobar hasta verlo muerto. En una entrevista poco después de su extradición, admitió su alianza con la policía que mató a tiros a Escobar en 1993 cuando intentaba huir por un tejado en Medellín.

 

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