“Hoy me convierto en San Martín, voy a mandar a matar a la Vice”

Ese es uno de los mensajes que Brenda Uliarte, a quien apuntan como la “cerebro” del ataque a Cristina. Investigan si fue financiado

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“Hoy me convierto en San Martín, voy a mandar a matar a Cristina”. “Me re pudrí de que hablen y no hagan nada. Yo sí voy a hacer”. “Se me metió el espíritu de San Martín en el cuerpo”. “Qué hija de puta, se metió adentro antes de que le meta el tiro”. “La mandé a matar, no salió porque se metió para adentro”. Esos son apenas algunos de los mensajes que en los últimos tres meses le envió Brenda Uliarte a su amiga Agustina Díaz (“el amor de su vida”, según la tenía agendada en WhatsApp). Ambas están imputadas por haber intentado matar a la Vicepresidenta Cristina Kirchner. Para la Justicia, los estremecedores textuales registrados en el celular de Uliarte (y que ayer le fueron leídos a Díaz en su indagatoria) revelan que el fallido atentado fue obra de un plan que ya había fracasado en un intento anterior. Investigan si hubo financiamiento para intentar el maginicidio.

Según surge del expediente judicial y de la prueba que ayer se le exhibió a la tercera detenida del caso, el 4 de julio pasado Uliarte le anticipó a Díaz que estaba “organizando para ir a hacer bardo a la Casa Rosada con bombas molotov y todo”, a lo que su amiga le respondió: “Sería mejor, ¿no?”.

En ese intercambio, Uliarte redobla la apuesta: “Voy con el fierro y le pego un tiro a Cristina. Me dan los ovarios para hacerlo”, a lo que Díaz remata: “Por eso te amo”.

En la misma conversación, Uliarte aclara: “No es joda, boluda. Estoy armando un grupo para ir con antorchas, bombas, fierro todo. Voy a ser la libertadora de Argentina. Estuve practicando tiro, sé usar un fierro”. Los diálogos en ese tono continuaron el 27 de agosto, cinco días antes de que Fernando Sabag Montiel finalmente decidiera desenfundar un arma y apuntar a la cabeza de la exmandataria. Aquel sábado de agosto, mientras en las inmediaciones de la casa de Cristina, en Recoleta, se registraban serios incidentes entre manifestantes oficialistas y la Policía de la Ciudad, Uliarte lamentaría en un mensaje dirigido a Díaz: “Mandé a matar a la Vice Cristina, no salió porque se metió para adentro. Una bronca, te juro, la tenía ahí. Los liberales ya me tienen re podrida yendo a hacerse los revolucionarios con antorchas en Plaza de Mayo. Basta de hablar, hay que actuar. Mandé un tipo para que la mate a Cristi”.

Entonces, Díaz le pregunta: “Buena idea igual. ¿Cuánto te cobró?”. Y Uliarte: “No me cobró lo hizo porque también está re caliente con lo que está pasando. Te juro que a esa la voy a bajar. Me tiene re podrida que ande robando y quede impune”.

En esos mensajes del 27 de agosto, Díaz le advierte a su amiga que se va a meter “en un quilombo”, que la van a buscar “por todos lados” si se enteran que es “cómplice de la muerte de la Vicepresidenta”. Pero Uliarte insiste: “Por eso mandé a alguien” y que “si llega a pasar, me voy a otro país y hasta cambio de identidad. La tengo re pensada. Me voy, pero antes quiero hacer algo por el país”, dispara.

Tras un primer intento fallido, el jueves 1º de septiembre, se sabe, Fernando Sabag Montiel avanzó hasta quedar cara a cara con la exmandataria y gatilló un disparo que no salió. En las horas siguientes, Brenda Uliarte buscó desligarse del hecho protagonizado por su novio. Dio una entrevista televisiva junto a Nicolás Gabriel Carrizo (identificado como el líder de la “banda de los copitos” y detenido ayer) en la que dijo desconocer que su pareja tenía un arma de fuego. Además, habló identificándose como Ámbar y dijo sobre Sabag Montiel: “No pensé que sería capaz de hacer algo así”.

Sin embargo, al otro día, cuando ya las imágenes del ataque poblaban las portadas de todos los medios, Uliarte mostró tener pleno conocimiento del hecho y en otro mensaje a Díaz reconoció el temor de volver a su casa por temor a un allanamiento.

“Che, ¿pero que onda que falló el tiro? ¿No practicó antes o le falló la adrenalina del momento? Vos dónde estás? ¿No sería conveniente que vayas a tu casa?”, le preguntó Díaz a Uliarte el 2 de septiembre, horas después del intento de asesinato contra la Vicepresidenta.

“Estoy en lo de una amiga -responde Uliarte- No, boluda andá a saber si me allanan en casa”.

A lo que Díaz sugiere: “Yo tengo un cagaso de que te agarren y te periten el celu” (SIC). Y remata: “Tenés que deshacerte del celular. Y cambiar el número. Borrar tu cuenta, todo”.

La Justicia aceptó como querellante a Cristina Kirchner, tras solicitar “acceso urgente” a la causa

 

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