Infarto en la mujer: los factores que las afectan más
Edición Impresa | 19 de Octubre de 2023 | 02:40

Si bien existen factores de riesgo de infarto que son comunes al hombre y la mujer (como es el caso de la hipertensión arterial, las dislipemias, la diabetes, el tabaquismo, el sedentarismo y la obesidad), ellas están expuestas además a sufrir episodios por causas ligadas a su sexo que la mayoría desconoce y no suelen ser tenidas en cuenta en la consulta profesional.
Esas causas desatendidas que impactan con mayor prevalencia en la salud cardiovascular de las mujeres constituyen uno de los temas centrales del Congreso Argentino de Cardiología que se desarrollará a partir de hoy en la ciudad de Buenos Aires y donde se planteará la necesidad de incluirlos en la historia clínica y la consulta profesional.
Como alertan desde la Sociedad Argentina de Cardiología -la organizadora del Congreso- los factores de riesgo de infarto que afectan más a las mujeres son el estrés, la ansiedad y la depresión, pero también el bajo nivel educativo, la violencia y la pobreza.
“Se necesita de mucha difusión y resulta importante visibilizar la presencia de factores de riesgo ligados al sexo y al género en los aspectos psicosociales que impactan en la salud cardiovascular, ya que no se encuentran dentro del abordaje habitual durante el interrogatorio en la práctica médica del especialista en cardiología”, señala a médica cardióloga Alejandra Ávalos Oddi, responsable del área Corazón y Mujer de la SAC.
A los factores de riesgo tradicionales “tenemos que suma los ligados al género que son más prevalentes en la mujer. Hablamos de la violencia de género, el bajo nivel educativo, socioeconómico y los psicosociales: como la angustia, la ansiedad, la depresión, el estrés, la ira, el aislamiento y la hostilidad”, detalla Ávalos.
Como explica la especialista, el hecho de que estos factores sean más prevalentes en la mujer obedece a “una cuestión biológica ligada al sexo: la presencia de receptores estrogénicos en el área prefrontal y temporal (del cerebro) y en el sistema límbico, lo que determina que la mujer tenga un cerebro más empático, el cual está regido por observaciones, la comunicación y las emociones. Por eso, todos los fenómenos psicosociales y emocionales tienen en ella un impacto mayor”.
“Frente a un estresor -agrega-, la activación de la amígdala y la respuesta del eje hipotálamo-hipofisario-suprarrenal, con la consecuente respuesta neuro humoral, inflamatoria e inmunológica es más poderosa en la mujer que en el varón”.
A esta realidad biológica “debemos agregar otras cuestiones que también influyen en la salud cardiovascular de la mujer, como es la desigualdad oculta dada por el trabajo doméstico, los roles heterodesignados y el multitasking que representan un fenómeno o que sobrecarga a la mujer generando mayor estrés, ansiedad y diferentes trastornos del ánimo que finalmente afectan su salud, incluyendo la cardiovascular”, comenta la médica.
Para Ávalos, “factores como los psicosociales, los educativos, la violencia familiar y la ansiedad, entre otros que son determinantes, necesitan ser investigados, reconocidos y tratados, ya que su abordaje contribuye positivamente a la salud cardiovascular de la mujer”.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE