Boca regaló el primer tiempo y dejó pasar otra buena chance

Boca fue una sombra en el primer tiempo, y en ese período quedó sellada su derrota como visitante de Banfield, equipo que no había ganado en lo que va de la Liga Profesional, con un gol de cabeza convertido por Aarón Quiros, a los 28 minutos, después que Sergio (“Chiquito”) Romero le tapara un penal a Andrés Chávez y en medio de un dominio del taladro que bien pudo haber sacado una ventaja mayor.

Los cambios en el segundo tiempo marcaron cierto equilibrio y una búsqueda boquense del empate, pero los errores repetidos en todas las líneas dejaron firme el 1-0.

Hugo Ibarra, confiado en lo que interpretó como una mejoría de su equipo en la fecha anterior, contra Defensa y Justicia, en la Bombonera, la noche en que se festejó la supercopa Argentina, sostuvo la misma formación para ir a la cancha de Banfield, hundido en el fondo de la tabla de posiciones.

En realidad, el técnico de los Xeneizes ensayó con varios esquemas durante la semana, especulando básicamente con la reaparición de Ezequiel (“Equi”) Fernández luego de la expulsión que sufrió en el partido anterior, contra Vélez.

Pero se inclinó por mantener la misma alineación, y un esquema 4-3-3, con tres delanteros netos, con la idea de aprovechar las ventajas defensivas otorgadas por el equipo que dirige Javier Sanguinetti en las primeras seis fechas.

Boca quedó diagramado entonces a partir de un ataque con Darío Benedetto y dos extremos, el juvenil Luca Langoni, con mayor poder de gol que el otro, el colombiano Sebastián Villa, quien no convirtió en lo que va del año.

Para la generación de juego, el técnico se apoyó en el paraguayo Oscar Romero, secundado por Alan Varela y Guillermo (“Pol”) Fernández, uno de los más cuestionados por su bajo rendimiento.

Los cálculos de Ibarra quedaron en la nada considerando lo exhibido por el equipo a lo largo de los primeros 45 minutos, que completó un gol abajo y otro que se frustró por la reacción de Sergio Romero en oportunidad del tiro libre penal ejecutado por Andrés Chávez.

El encuentro, a esa altura de la noche, cuando transcurrían 22 minutos, estaba igualado sin anotaciones, y la atajada del arquero, abajo, junto al palo de la mano derecha, no alcanzó para hacer reaccionar a los Xeneizes, que casi como una consecuencia lógica quedaron un gol abajo antes de cumplirse la primera media hora, cuando Aarón Quiros, de cabeza, puso en ventaja al Taladro.

Banfield le ganó la franja central del terreno, como una semana antes lo hizo Defensa y Justicia, y como primera reacción, Ibarra dispuso para el segundo tiempo los ingresos de Cristian Medina (por Guillermo Fernández) y Ezequiel (“Equi”) Fernández (por Romero).

La idea fue darle una mayor dinámica a la línea de medios, y en realidad Boca se hizo cargo del juego, apretando a su rival en busca de la paridad. En menos de un cuarto de hora, Boca buscó más y mejor que en todo el primer tiempo.