Instrumentos musicales, a la hoguera por “inmorales”

En Afganistán, los talibanes quemaron, entre otros, guitarras, un órgano y tambores, así como equipos de sonido

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HERAT, AFGANISTÁN

Las autoridades talibanas encendieron este fin de semana una hoguera en una provincia del oeste de Afganistán y arrojaron instrumentos y equipos musicales a las llamas, por considerar la música como inmoral.

“Promover la música conduce a la corrupción moral y tocar música extravía a los jóvenes”, declaró Aziz al-Rahman al-Muhajir, responsable del Ministerio de Promoción de la Virtud y Represión del Vicio en la provincia occidental de Herat, donde tuvo lugar la hoguera.

Desde su llegada al poder en agosto de 2021, los talibanes impusieron una serie de leyes que reflejan su rigurosa visión del islam, que incluye la prohibición de tocar música en público.

En este marco, muchos artistas y músicos huyeron de Afganistán y buscaron asilo en países occidentales.

Afganistán tiene una fuerte tradición musical, influenciada por la música clásica iraní e india. También tiene una próspera escena de música pop, agregando instrumentos electrónicos y ritmos de baile a ritmos más tradicionales.

Ambos florecieron en los últimos 20 años antes de que los talibanes tomaran el poder en 2021.

Los talibanes consideran que la música está en contra de las enseñanzas del Islam. De acuerdo con la interpretación estricta del grupo, sólo la voz humana debe producir música, y únicamente en alabanza a Dios.

Muchos de los equipos musicales que se quemaron el sábado fueron confiscados de las salas de boda de la ciudad.

Entre los instrumentos lanzados a la hoguera había una guitarra, un órgano, otros dos instrumentos de cuerda y un tablá (tambores), así como amplificadores y altavoces.

Los talibanes prohibieron docenas de actividades aparentemente inocuas en Afganistán durante su gobierno de 1996-2001, incluido remontar barriletes, ver telenovelas, cortarse el pelo y tocar música.

Si bien esos pasatiempos regresaron después de que una invasión liderada por Estados Unidos derrocara al grupo armado, tras el regreso de los talibanes al poder, las medidas represivas aumentaron nuevamente.

Además de la música, las mujeres son las principales víctimas de las nuevas leyes impuestas por los talibanes, con su exclusión de la mayoría de los centros de educación secundaria, de las universidades y de la administración pública.

En abril, se cerró una estación de radio dirigida por mujeres en el noreste de Afganistán porque, según funcionarios talibanes, estaba reproduciendo música durante el mes sagrado del Ramadán, lo que según Moezuddin Ahmadi, director de Información y Cultura en la provincia de Badakhshan, violaba el “leyes y reglamentos del Emirato Islámico”.

Las mujeres tampoco pueden trabajar para organizaciones internacionales, acceder a parques, jardines, gimnasios o baños públicos o viajar sin ir acompañadas de un familiar varón. También deben cubrirse integralmente al salir de casa.

Miles de salones de bellezas cerraron de manera definitiva el martes pasado después de la entrada en vigor de un decreto que los prohibe. Muchos de estos comercios eran regentados por mujeres y solían ser a menudo su única fuente de ingresos.

 

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