Después de su operación con Lotocki: Verónica Ojeda reconoció tener "granulomas encapsulados"
| 27 de Septiembre de 2023 | 13:44

Suma y sigue. Cada día son más los pacientes que se animan a denunciar públicamente a Aníbal Lotocki por los problemas de salud que, según manifiestan, comenzaron después de que el cuestionado cirujano los interviniera quirúrgicamente.
Ahora, fue Verónica Ojeda quien confirmó que tenía “granulomas encapsulados, dolores en la cintura y durezas en la zona de los glúteos” a raíz de la operación que se realizó con él allá por el año 2013 después de haber dado a luz a su hijo, Dieguito Fernando Maradona.
Según los programas especializados, la expareja de Diego Maradona se había realizado “una lipoaspiración en abdomen, cintura y espalda para quitarle exceso de tejido graso, y relleno de glúteos”. Y que, como consecuencia de esta cirugía, hoy sufre serios problemas que la afectan en su vida diaria. “Los médicos le aconsejan no hacer ningún tipo de gimnasia para que no fuerce lo que tiene que ver con la cintura o con los glúteos y así no provocar cierto dolor en esa zona”, señalaron.
No obstante, la actual pareja del abogado Mario Baudry aclaró que no inició ninguna causa contra Lotocki y que, a esta altura, no podría denunciarlo porque el caso estaría prescripto. Por otra parte, a mediados de julio y previo al fallecimiento de Silvina Luna, que por entonces luchaba por su vida en el Hospital Italiano, Ojeda había confesado: “Cuando tuve a Dieguito, había engordado mucho, y como me sentía con exceso de peso decidí operarme. Fui a un montón de cirujanos plásticos pero ninguno quería hacerme la cirugía porque todos me decían que tenía que esperar por lo menos un año, que es el tiempo indicado después de un parto. Hasta que una amiga en común del ambiente me recomendó a este hombre. Cuando lo fui a ver obviamente me dijo que sí podía operarme y que podía hacerlo enseguida, a la semana siguiente”, comenzó relatando.
Y luego detalló preocupada: “Me hice una lipo pero después él me agregó un poco de relleno en las caderas porque no tengo nada en esa zona. El tema es que yo no se lo había pedido, lo único que le pedí fue una lipo absoluta, porque me veía mal y él me agregó cosas en otros lugares que yo no le había pedido”.
Y para finalizar, Verónica explicó el riesgo que corrió durante el posoperatorio. “Después de la operación me interné en una clínica porque no estaba bien. En un momento me sentí muy mal y quise ir al baño, pero cuando intenté levantarme de la cama me desvanecí. No había ni una enfermera y yo perdía mucha sangre. En ese momento toda mi familia me trasladó a otra clínica en Ezeiza, donde me hicieron una transfusión de sangre. Ahí me dieron el alta y regresé a mi casa a seguir el reposo absoluto pero me volví a sentir mal y me internaron en el Sanatorio Los Arcos. Otra vez me realizaron una doble transfusión de sangre. La pasé muy mal, después de eso no me quise hacer nunca más nada”, admitió.
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