La necesidad de contar con los kits de testeos para enfrentar al Covid-19

Hace muchos meses que se vinieron reflejando en las columnas de este diario diversas advertencias sobre el crecimiento del número de contagios de Covid-19 tanto en la Argentina como en otros países del mundo, señalándose que distintas fuentes médicas no ocultaban su preocupación por la alta circulación viral y, al mismo tiempo, por la escasa percepción del riesgo existente en buena parte de la población.

Esos dos factores se unieron y a ellos se sumó ahora la falta de stock en las farmacias de nuestra ciudad, de los autotest que permiten detectar o confirmar el contagio.

De modo que, pese a que el Covid está golpeando ante las puertas de la población, no hay no hay manera de realizar el testeo que es la primera y vital defensa contra el avance de la pandemia. Mientras tanto, desde las droguerías se informó que tampoco saben cuándo podrán volver a abastecer a las farmacias con ese producto.

Esta situación se plantea en el contexto de un pico estival del Covid-19, a la vez que el número de personas afectadas por el virus se incrementó en forma acelerada.

Se informó asimismo que en los centros de salud oficiales ya no se testea de manera masiva, como sucedió mientras se extendió la temporada más crítica de la pandemia –aún cuando también se registraron en esos años varios períodos en los que los testeos, por falta de las drogas médicas necesarias, no se realizaban en la cantidad suficiente- sino que en la actualidad y en nuestra zona sólo se hace esa práctica en los casos en que están especialmente indicados para confirmar el diagnóstico.

Cabe señalar que un reciente informe elaborado por la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) destacó que el 36 por ciento de las pruebas auto practicadas resultaron positivas, lo que coincide con el alerta difundido por el Boletín Epidemiológico Nacional del ministerio de Salud por el aumento de casos de coronavirus en el país en los primeros días de 2024.

Ya se sabe lo que ocurrió con los programas de vacunación, que no se acercaron a la gente sino que –muy esforzadamente en muchos casos- la gente se vio obligada a trasladarse hacia ellos. Y ahora están faltando las drogas que permiten realizar testeos, imprescindibles para combatir contra la enfermedad.

Es de esperar, entonces, que las autoridades de todas las jurisdicciones, a cuyo cargo se encuentra el cuidado de la salud de la población- se ocupen por facilitar no sólo la existencia de suficientes y cercanos centros de vacunación, así como de las dosis de vacuna, sino que se resuelva a la brevedad el faltante de los kits de testeos para atender a una demanda que, ostensiblemente, volvió a estar en crecimiento.

También debe señalarse, sobre todo en estas jornadas de intenso calor, que no corresponde obligar a personas de edad mayor a recorrer muchos kilómetros para llegar a los pocos centros de salud existentes y tener que aguardar luego en colas muy extensas.