Tensión en el Centro por una pelea de cuidacoches y un arma de fuego

No es la primera vez que en La Plata se producen episodios vinculados con la violencia. Hablamos de violencia lisa y llana. De aquellos actos disruptivos, irracionales, que no muestran explicación alguna, más que la manifestación brutal de esas conductas. Y en épocas donde todo queda registrado en cámaras de seguridad o en celulares, cada hecho se masifica, estalla, es tendencia en las redes sociales. Por eso su impacto y la preocupación que generan.

Ahora fue un conflicto con un arma de por medio, a metros del Palacio Municipal. Sí. En Diagonal 74 esquina 50. Pasó en las últimas horas.

Sin embargo, como no hay denuncia formal, se inició una investigación de oficio, aunque las primeras versiones dieron cuenta de un supuesto conflicto entre dos trapitos a cuchillazos, que casi termina en una barbarie.

En medio de esa locura, si se puede destacar algo, al menos el tercero en discordia solo mostró la pistola y movimientos que evidenciaron cierto conocimiento en defensa personal. Por eso no hubo que lamentar heridos u otra cosa peor.

Si es efectivo policial, de otra fuerza de seguridad, experto tirador o solo un salvaje que le gustan las películas, dependerá del resultado de la pesquisa, ya que todos los involucrados, instantes más tarde, se alejaron de la escena.

Por eso los encargados de dilucidar el feroz altercado deberán trabajar con las imágenes para intentar identificar a sus protagonistas, aunque según una versión extraoficial, el personaje armado sería policía, que medió en la disputa para evitar que pase a mayores.

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TIEMPOS COMPLEJOS

Estas peleas, que muchas veces parecen espontáneas, se desarrollan generalmente en espacios públicos como plazas, avenidas principales, parques y alrededores de bares y boliches, donde los grupos en conflicto se enfrentan con puños, palos e, incluso, armas de todo tipo.

Los motivos que originan estas confrontaciones pueden ser diversos, pero muestran un patrón de comportamiento: la violencia sin límites y pese al ordenamiento jurídico imperante. Lo que se dice “no me importa nada”. La anomia.

Expertos en sociología y criminología coinciden en que la violencia en las calles tiene múltiples causas, muchas de las cuales están vinculadas a factores sociales y económicos.

La frustración de los jóvenes, la falta de espacios de esparcimiento, el consumo de alcohol y drogas y el contexto de marginalidad en ciertos barrios, son posibles elementos que explican el fenómeno.

Sin bien la situación motiva permanentemente el emplazamiento de operativos y el movimiento de recursos humanos y técnicos por parte de la fuerza policial, no siempre alcanza para mantenerla bajo control.

“La violencia urbana es un fenómeno complejo. Muchas veces, cuando llegamos al lugar, los involucrados ya se han dispersado o, en algunos casos, los enfrentamientos son tan rápidos que se hace difícil intervenir a tiempo”, indicó un vocero en contacto con este diario.

El municipio también ha lanzado campañas de prevención, centradas en la concientización sobre los riesgos de participar en peleas y el impacto que estas tienen en la seguridad comunitaria.

Sin embargo, a decir de las crónicas diarias, hay dificultades para normalizar las calles de la Ciudad y así devolverles la tranquilidad que supieron tener antaño.

Mientras tanto, los platenses siguen atemorizados por la creciente inseguridad y reclaman a viva voz medidas más efectivas.