IOMA implementará un nuevo nomenclador de discapacidad
| 1 de Octubre de 2025 | 14:10

IOMA anunció la adopción del modelo del nomenclador nacional de discapacidad para la obra social. Comenzará a regir a partir del 01 de enero de 2026.
La actualización del Nomenclador, que es un reclamo recurrente tanto de las personas afiliadas como de prestadores, entrará en vigencia a partir del 1° enero de 2026 y será una nomenclatura que utilizará IOMA para las prestaciones relacionadas con discapacidad, sentando las bases para una atención más integral y equitativa.
A pesar de la complicada situación financiera, con una deuda superior a 12 billones de pesos que el Gobierno Nacional mantiene con la provincia de Buenos Aires, -según se precisó- el gobernador Axel Kicillof ha decidido priorizar la mejora de las prestaciones para las personas con discapacidad. Esto implicará una inversión significativa por parte de la Provincia y es un esfuerzo muy importante de ser valorado, en especial ante las necesidades críticas que enfrentan las personas que requieren estos servicios.
Consultado el presidente de IOMA Homero Giles sobre esta medida, explicó que “actualmente la obra social financia prestaciones mensuales a mas de 50 mil afiliados en toda la provincia. No obstante, el sistema se encuentra muy desorganizado habiendo prestaciones por convenios individuales, por amparos y por trámites de excepción”, detalló Giles
Sobre este particular añadió Giles que “el objetivo principal de esta medida es organizar un nomenclador basado en un sistema que está probado que funciona, como lo es el nomenclador nacional y el sistema de categorización en las tres categorías, A, B y C” dijo el presidente de IOMA.
“Por eso, a partir del 1° de enero de 2026, el único sistema de contratación a prestadores de discapacidad será por reconocimiento de las categorías de ANDIS (Agencia Nacional de Discapacidad). Para aquellos prestadores que no se encuentran categorizados por ese organismo IOMA establecerá un mecanismo de acreditación con los mismos parámetros, para lo cual se va a auditar cada prestador con la finalidad de que todos puedan adecuarse al nuevo modelo que es referencia nacional”, contó Giles.
De acuerdo a lo detallado, la implementación del nuevo nomenclador, el cual se divide en categorías A, B y C, representa un desafío significativo ya que no todos los prestadores están actualmente categorizados. Esto significa que será necesario un proceso de acreditación y adecuación a las normas de auditoría y control para alinearse con el nuevo sistema, para lo cual se contempla la capacitación de auditores/as para garantizar la comprensión y manejen correctamente la nueva nomenclatura.
El nuevo nomenclador no solo establecerá códigos y descripciones claras para las diversas prestaciones médicas, terapéuticas y asistenciales, sino que también permitirá una facturación más eficiente por parte de los prestadores.
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