Una economía de tuit en tuit y el imborrable olor a devaluación

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Leandro Gabin

eleconomista.com.ar

El megapaquete de rescate que le da aire a Javier Milei se construye de tuit en tuit. Scott Bessent confirmó un rescate que llegará a US$ 40.000 millones, un monto insólito para la Argentina que hace pensar en aquel salvataje (también con Donald Trump como presidente) a Mauricio Macri en 2018: fueron US$ 44.000 millones vía el FMI. El favoritismo por el país del republicano y cultor del “arte de la negociación” le va a terminar dando a la Argentina casi US$ 85.000 millones (el doble de las reservas brutas actuales).

Así y todo, el mercado no termina de convencerse con un calendario electoral a la vuelta de la esquina mientras se descifra la rosca de los lobbistas estadounidenses con gobernadores y políticos para la reconstrucción del Gobierno libertario post 26/O. “No tienen intervenido solamente el programa económico, sino que tendrán intervenida la coalición que le va a dar gobernabilidad a Milei para los próximos dos años”, afirmó un consultor político que habla con gobernadores y aliados desencantados del oficialismo.

Ceder el protagonismo

Lo cierto es que la economía argentina se mueve de tuit en tuit. Luis Caputo y su equipo entregaron el protagonismo al Tesoro de EE UU, que elige cuándo y cómo lanzar los anuncios. El ministro de Economía y el Banco Central tan solo están en el backstage. “Los tiempos no dependen de nosotros”, dicen cuando son consultados por los anuncios que faltan.

Trump no es un improvisado y quiere asegurarse de que la apuesta por la Argentina no sea un fracaso. De hecho, las operaciones en el mercado de cambios son esporádicas, pero se podrían potenciar en la última semana. También la delegación argentina espera que entre el swap por US$ 20.000 millones antes de las elecciones para marcar un poder de fuego que, luego, se verá cuánto están dispuestos a utilizar.

El sistema de bandas

No quedan dudas (para el mercado) de que el tipo de cambio actual (y el esquema de bandas) no se mantendrá hacia adelante. Morgan Stanley tiene un dólar en $1.700 para finales de este año en el mejor escenario electoral para el oficialismo (sacar entre 35%-40% de votos a nivel nacional). O sea, nadie apuesta que las bandas cambiarias se mantengan.

Excepto Bessent y los funcionarios del Gobierno, nadie cree que el peso esté barato (tampoco que sea necesaria una gran devaluación). Un artículo del “editorial board” del Financial Times (FT) fue muy claro: “Si la locura consiste en repetir la misma acción y esperar un resultado diferente, entonces un pilar central de la política económica argentina roza la locura. El presidente libertario Javier Milei intenta defender un tipo de cambio fijo, que ha controlado la inflación, a costa de mantener el peso artificialmente fuerte. Su gobierno argumenta que una devaluación nunca ha funcionado y que Argentina debería competir recortando impuestos y burocracia. Aferrarse a una moneda sobrevaluada puede frenar el aumento de precios, pero también frena el crecimiento económico”.

El artículo, titulado “La apuesta de Trump por Argentina”, cuestiona a Bessent. “El secretario del Tesoro de EEUU debería comprender mejor que nadie la insensatez de defender las bandas cambiarias frente al mercado”, dice el FT.

Uno de los medios más influyentes del mundo destaca lo logrado por Milei. “El pueblo argentino ha sufrido décadas de caos económico. Los peronistas de la oposición no ofrecen buenas alternativas. Milei merece el reconocimiento por haber podado rápidamente un Estado inflado con un audaz programa de recortes de gastos que salvó al país de la hiperinflación. El éxito en Argentina podría romper un ciclo de crisis que dura décadas y ofrecer una lección oportuna de responsabilidad fiscal”, acota.

Pero para triunfar, dice el FT, “Milei debe permitir que el peso fluctúe libremente y adoptar políticas que promuevan un crecimiento más rápido y generen consenso”. “Si la administración Trump quiere que su mayor aliado sudamericano prospere, debería reducir los aranceles a Argentina, promover la inversión en minerales críticos y colaborar con el FMI para ganarse el apoyo de los inversores y restaurar la confianza. Milei afirma admirar el anarcocapitalismo. En este momento, su país necesita menos anarquía y más capitalismo”, concluye.

El elenco oficial repite el mantra de que nada cambiará post 26 0, más allá del resultado electoral. Lo dijeron Caputo y Santiago Bausili en un evento en Washington del Atlantic Council y en otro organizado por el JP Morgan. Se aplica el axioma de supervivencia política: nadie avisa que habrá una devaluación. Es obvio.

Opiniones

“Entonces vos me decís: hay olor a la mal llamada devaluación. ¿Hay olor a que el dólar se corra para arriba? Yo te diría: no es que haya olor; hay números que lo reflejan”, dice Carlos Melconian, uno de los economistas favoritos por el Círculo Rojo.

“O sea, sí. Hay números que lo reflejan. ¿Por qué? Bueno, porque yo imagino que vos caíste en la vereda de la puerta de la clínica, y el doctor Bessent te colocó tres stents y te subió. Y en algún momento tenemos que ver cómo sigue la película cuando Bessent te saque el andador. Y ahí hay que ir a una norma. Si vos tenés más demanda que oferta, que es el caso de Argentina, o restringís o permitís tener otro precio. Tenés que elegir una de las dos”, afirma Melconian.

Hernán del Villar, socio del Estudio Alpha, dice que si no baja la demanda de dólares (o aumenta la oferta), este nivel de desequilibrio cambiario es insostenible. “Hace varios meses, a partir de que se terminó la estacionalidad de las exportaciones agrícolas, tenemos un mercado que tiene más demanda que oferta, y el tipo de cambio, entonces, va para arriba”, explica.

A pesar de la intervención del Tesoro (argentino y ahora de EEUU), sigue desequilibrado. El ex BCRA apunta a los US$ 3.000 millones de atesoramiento por mes. “Ahora, la eliminación del rulo, como lo decían, te la puede bajar a US$ 1.500 millones o a US$ 2.000 millones. Pero incluso estando en US$ 2.000 millones no hay flotación cambiaria que aguante, y no hay bandas que aguanten”.

Para la consultora más leída de la City, los ex Banco Mariva que manejan 1816, pensando hacia adelante, la sostenibilidad del régimen cambiario depende exclusivamente de la continuidad del apoyo estadounidense. En su último informe detallan los próximos pasos:

“En las semanas que siguieron a las elecciones locales de PBA, el spot había llegado el techo de la banda, donde el Central había llegado a vender US$ 1.110 millones en 3 ruedas y el esquema de bandas parecía agotado, dada la insaciable demanda de cobertura cambiaria. Esa dinámica se dio vuelta con la intervención estadounidense y la verdad es que mientras Bessent quiera apuntalar al peso, en el nivel que él considere apropiado, no se va a quedar sin dólares para hacerlo”.

“No por esto podemos dejar de notar que, incluso con el peso apuntalado por el “put de Bessent”, fue necesario que las tasas a 1 día hayan llegado a los tres dígitos para que el CCL siga por debajo de 1.500 y la nueva compra de pesos de EEUU no evitó que la moneda se deprecie”.

“Más allá del futuro del régimen cambiario (que, repetimos, depende de la voluntad de Trump y Bessent), nos parece imposible que no haya cambios en la política monetaria, para acotar la volatilidad de las tasas en pesos y acercarlas a la inflación. Cualquiera sea el régimen cambiario poselecciones, que la inflación siga en la zona de 2% con la reciente volatilidad cambiaria es una buena señal que debería darles grados de libertad a los hacedores de política económica de cara a 2026”.

Se verá. El Gobierno se aferra al status quo para sobrevivir hasta el 26/O. Nadie sabe a ciencia cierta cómo sigue y menos con qué apoyo social Milei encarará sus próximos dos años de mandato. Las bandas se levantarán cuando Bessent así lo quiera. ¿Y será vía un tuit?

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