La rutina que equilibra fuerza y resistencia

Los trabajos más efectivos combinan entrenamientos anaeróbicos cortos e intensos con ejercicios aeróbicos moderados

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El entrenamiento físico no solo moldea el cuerpo, sino que también afecta hormonas clave como la testosterona y el cortisol, con impactos sobre la energía, el ánimo y la disposición a asumir riesgos. Según estudios recientes, los ejercicios de fuerza o anaeróbicos intensos generan picos transitorios de testosterona, asociados con un ligero aumento de competitividad y confianza momentánea. Levantar cargas pesadas con pocas repeticiones se muestra especialmente eficaz para este efecto, mientras que los entrenamientos prolongados de resistencia aeróbica, como correr largas distancias, tienden a aumentar el cortisol, la hormona del estrés, y a reducir temporalmente la testosterona.

Para lograr un equilibrio hormonal y aprovechar los beneficios de ambos tipos de ejercicio, los especialistas recomiendan combinar sesiones cortas e intensas de fuerza con períodos controlados de ejercicio aeróbico. Por ejemplo, un entrenamiento semanal que alterne días de levantamiento de pesas o HIIT con días de carrera moderada o ciclismo puede potenciar la testosterona sin inducir cortisol crónico. La clave está en la intensidad y la duración: entrenamientos breves y fuertes elevan la testosterona sin sobrecargar el cortisol, mientras que ejercicios aeróbicos de intensidad moderada ayudan a regular el estrés y mejoran la resistencia cardiovascular.

Además de los efectos hormonales inmediatos, esta combinación favorece la adaptación a largo plazo. El ejercicio regular modula los niveles de cortisol basal, reduciendo la fatiga, la irritabilidad y mejorando la resiliencia emocional. Paralelamente, los picos agudos de testosterona inducidos por la fuerza contribuyen a un perfil psicológico más equilibrado, potenciando la toma de decisiones y la disposición a enfrentar desafíos, aunque de manera moderada y dependiente del contexto social.

En definitiva, la rutina más efectiva para un equilibrio entre fuerza, resistencia y bienestar hormonal no se basa en entrenamientos extremos de un solo tipo, sino en la alternancia inteligente de fuerza y cardio. Esta estrategia permite aprovechar los beneficios de la testosterona y el cortisol sin generar efectos negativos prolongados, favoreciendo energía, motivación y estabilidad emocional en la vida cotidiana.

Los movimientos en escaladores pueden comprometer las rodillas / web

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