“Los Años Nuevos”: una historia de amor incierto en diez actos

La serie de Rodrigo Sorogoyen llega finalmente al país para contar una década en la historia de una pareja

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Después de hacer el thriller rural “As Bestas”, película de 2022 ganadora del Goya, Rodrigo Sorogoyen dio un brusco giro: el año pasado, estrenó una serie romántica. “Los Años Nuevos” fue ampliamente considerada como una de las grandes series del año pasado, pero recién ahora, a través de Mubi, llegó al país para contar esta historia de un romance a lo largo de diez capítulos, cada episodio relatando un día de un año: ese día es el Año Nuevo, y es también el cumpleaños de nuestros dos protagonistas, Ana y Oscar.

Ana (Iria del Río) y Oscar (Francesco Carril), entonces, se conocen, se enamoran y se distancian durante la década que dura la serie, un retrato real, cocinado a fuego lento, de cómo es amar y vivir entre los 30 y los 40. Una historia que se le ocurrió a Sorogoyen cuando estaba de viaje en Marrakech con su novia, durante un Año Nuevo.

“Miró hacia atrás y se dio cuenta de que tomando solo las Nocheviejas podía reconstruir su vida, simplemente con ese pedacito, y esa fue la premisa que nos trasladó cuando nos sumamos al proyecto”, contó Paula Fabra, coguionista de la serie junto a Sorogoyen y a Sara Cano.

Es una fecha, dice el director de Madrid, que tiene “algo de especial en el calendario para todos”, porque es “como volver a empezar, nuevas oportunidades, nuevos retos, el recuento de un nuevo año”.

Pero en este caso, Ana y Oscar no solo pasan el año del calendario: también cumplen años. El reinicio, el borrón y cuenta nueva, se vuelve así todavía más sugerente. Y les da el primer motivo para conversar: cuando se encuentran en una fiesta en la Noche Nueva de 2015, la casualidad de que ambos cumplen 30 en ese mismo festejo los hace acercarse.

Ella arrastra una maleta gigante por Madrid con la que pretende viajar a Vancouver y él puntúa su año con un seis en plena ruptura con una novia volcánica. Sin saberlo, ambos se enamoran y comienzan una relación de la que el espectador irá descubriendo sus diferentes etapas a lo largo de una década, en la que no solo van cambiando los personajes, sino también su entorno.

Su historia es la historia de una generación, al menos una generación europea, aunque bastante se parece a la experiencia de cierta clase social nuestra: ella quiere viajar y ser libre, él trabaja hasta el agotamiento. Es, dice Cano, una generación “especialmente marcada por la precariedad desde la económica, laboral y también sentimental”. Vínculos más frágiles, vidas menos determinadas que las de sus padres. Muchas opciones, pocas concreciones. Muchas dudas, pocas certezas.

¿Final feliz?

Pero el relato no intenta ser un comentario social sobre un grupo determinado: Cano dice de hecho que no querían hacer un retrato generacional, sino que es algo que ha aparecido simplemente al contar historias que vienen de sus experiencias personales, de vivencias de amigos o familiares, algo que los propios actores también han replicado para construir sus propios personajes. Todo está salpicado de músicas que marcaron a esa generación, aunque quizás para el espectador argentino no tengan ninguna resonancia emocional.

“En el proceso de preparación he revisitado mucho mis relaciones amorosas y no tengo ningún patrón. He descubierto que me han gustado personas tan diferentes y a veces tan afines”, ha indicado Iria del Río.

Francesco Carril, por su parte, ha añadido que al ser una ficción tan cotidiana llegó a perder la perspectiva en cuanto a personaje-persona se refiere: “Está todo muy mezclado, hemos puesto mucho de nosotros ahí. Se diferencia por mínimas cosas. Pero vamos, el rodaje ha sido un viaje emocional fuerte. Muy bonito y catártico, pero fuerte”.

Cotidiana, terrenal, esta historia de amor e incertidumbre no promete, como otras de su género, un final feliz. Se cocina a fuego lento, año a año mostrando la conexión entre los dos y también las grietas que asoman, tal vez salvables, tal vez no, en su relación. Era esencial, en ese sentido, que el relato se filmara también a lo largo del tiempo, para retratar cambios, físicos y emocionales, de los protagonistas: por eso, el rodaje se extendió a lo largo de seis meses, intentando capturar las sutilezas de ese paso del tiempo.

Para agendar
Qué: “Los Años Nuevos”, serie romántica que sigue una relación a lo largo de una décadaDónde: MubiCuándo: Los cuatro primeros episodios ya disponibles, se estrena un episodio por semana

 

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