Pujas internas y un compromiso para cubrir vacantes en la Suprema Corte
Edición Impresa | 28 de Diciembre de 2025 | 02:15
Carlos Barolo
La relación entre Axel Kicillof y la Legislatura, en particular con el bloque “oficialista”, no pasa por su mejor momento. Existen numerosas disputas sin saldar como la que se libra en el Senado donde el kirchnerismo busca avanzar sobre espacios de poder ante la resistencia de la vicegobernadora Verónica Magario, aliada al mandatario provincial.
En Diputados el escenario tampoco es el mejor. El Gobernador vetó cuatro artículos del presupuesto de la Cámara con los que los legisladores perseguían asegurarse un flujo constante de fondos durante 2026 para no quedar a merced del Ejecutivo en cuanto a los tiempos y montos de los envíos.
En ese escenario de equilibrio inestable y amenazas de quiebres que tienen como telón de fondo la pelea política entre Kicillof y su proyección presidencial y el kirchnerismo duro, se anudó un compromiso al calor de los acuerdos que se tejieron para votar el Presupuestos 2026, la ley Fiscal y, principalmente, la autorización para que la Provincia salga a tomar deuda por cerca de 3.500 millones de dólares: la cobertura de las cuatro vacantes que existen desde hace tiempo en la Suprema Corte.
La idea es que antes de la feria judicial del mes de julio esos casilleros estén completos. Uno de los pasos fundamentales en pos de concretar ese objetivo es cómo será la distribución de esos espacios, en rigor, qué fuerzas o sectores políticos impulsarán a los candidatos cuyos pliegos deben pasar luego el filtro del Senado.
Actualmente el máximo tribunal de Justicia bonaerense está integrado por 3 miembros. Su presidenta es Hilda Kogan, quien encabezó el inédito proceso de la organización de las elecciones provinciales del 7 de septiembre. Los otros dos ministros son el platense Daniel Soria y Sergio Torres, el último de los funcionarios designados promovido por la entonces gobernadora María Eugenia Vidal. Para dictar fallos, la Corte debe convocar a jueces de Casación.
Producto de fallecimientos, renuncias y jubilaciones se fueron produciendo vacantes. Kicillof amagó en algunas oportunidades con avanzar con la cobertura, pero la interna en el peronismo y la necesidad de lograr equilibrios internos de alguna forma frenó los intentos. También, el hecho de que Fuerza Patria no tenía mayoría propia en el Senado. Pero desde el 10 de diciembre cuenta con número para poder avanzar.
Como se dijo, la negociación política para que se votara el endeudamiento con los dos tercios de ambas cámaras, reabrió la discusión. El radicalismo reclamó que el tema se pusiera en debate y los negociadores de Kicillof aceptaron. También el resto de los actores peronistas como el kirchnerismo y el Frente Renovador de Sergio Massa.
DISTRIBUCIÓN
El principio de acuerdo al que se arribó hace algunos días contempla el siguiente esquema: tres candidatos serán propuestos por el peronismo y el restante por la oposición.
Hilando un poco más fino, uno de ellos provendrá del kicillofismo, otro del cristinismo, un tercero del massismo y el opositor será empujado por el radicalismo.
Versiones respecto de los nombres que se propondrían surgen a raudales. Se habla, por caso, que Kicillof impulsaría a uno de sus funcionarios: el Asesor General de Gobierno, Santiago Pérez Teruel.
Ese es el nombre más firme porque habría perdido impulso la chances de que el elegido sea Federico Thea, que ya ocupa un lugar relevante: presidente del Tribunal de Cuentas.
En el caso del cristinismo, comenzó a sonar fuerte otro nombre del gabinete provincial: Juan Martín Mena, actual ministro de Justicia. Es un hombre de confianza de Cristina Kirchner de buena llegada a diversos estamentos judiciales.
Tomando en cuenta el hecho de que se pudiera ir hacia un esquema de paridad de género en el alto tribunal, también desde hace meses se menciona a Marisa Herrera, especialista en Derecho de Familia e investigadora del Conicet.
Respecto del Frente Renovador, algunos trascendidos hablan de las chances de la ex legisladora Sofía Vannelli.
Como se mencionara, el cuarto candidato sería propuesto desde el radicalismo. La UCR está fuertemente fracturada y surgen al menos tres vertientes: el sector del senador nacional Maximiliano Abad, el que lidera el titular del Comité Provincia, Miguel Fernández, y Evolución, el armado de Martín Lousteau.
En la negociación por el endeudamiento y la posterior distribución de cargos en distintos organismos como el Banco Provincia, el Consejo General de Educación y el Tribunal Fiscal, los sectores de Abad y Lousteau dejaron sin nada a Fernández.
Ahora, en el caso de la Corte, se habló de una candidata promovida por el grupo de Abad: Marisa Sánchez Herrero, actual concejal de Mar del Plata y esposa del legislador nacional. Pero la versión, finalmente, fue desmentida.
Todo el esquema, claro, está sujeto a la convivencia inestable que Kicillof mantiene con el kirchnerismo y Massa. En medio de esas tensiones, aparecen versiones para todos los gustos. Una, que el Gobernador estaría recalculando su estrategia de avanzar con la cobertura de las vacantes.
Por fallecimientos, renuncias y jubilaciones se fueron produciendo vacantes
Esa posibilidad ya hace ruido. “A Axel le regalamos un auto cero kilómetro y ahora se queja porque tiene que pagar la patente”, decía en las últimas horas, en tono jocoso, un referente opositor. La traducción política del auto cero kilómetro es el endeudamiento que aprobó la Legislatura hace algunas semanas.
No obstante, hay quienes creen que Kicillof no va a dejar pasar la oportunidad de cubrir las vacantes a partir de la mayoría que el peronismo tiene en el Senado. “Sería raro que no lo hiciera”, razonan en el propio oficialismo.
Lo cierto es que la historia de las vacantes en la Corte podría seguir escribiendo capítulos. Hay versiones insistentes que hablan de un posible retiro de Hilda Kogan. Si se concretara esa salida, ya no serían cuatro sino cinco las sillas vacías en el máximo tribunal de justicia bonaerense.
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