Una francesa suelta en Búzios
Edición Impresa | 29 de Diciembre de 2025 | 02:52
Los atributos de Brigitte trascendieron fronteras, tanto es así que la artista logró posicionar a Búzios, en Brasil, como un destino turística clave. Todo comenzó a comienzos de los años 60, cuando el lugar aún conservaba el ritmo tranquilo de un pueblo de pescadores del estado de Río de Janeiro, la actriz francesa llegó casi en silencio, escapando del asedio mediático que la perseguía en Europa. Lejos de los flashes y las alfombras rojas, encontró en ese rincón un refugio marcado por la naturaleza, el mar y una vida sencilla.
En 1964, Bardot se instaló en Búzios junto a su entonces pareja, el músico brasileño Bob Zagury, y permaneció en el lugar durante varias semanas. Pero su estadía lograría cambiar para siempre el destino del lugar: la presencia de una de las mayores estrellas del cine mundial despertó la curiosidad de la prensa internacional y puso al balneario en el radar turístico global.
Con el paso del tiempo, Brigitte Bardot quedó asociada de manera definitiva a la identidad del lugar. En su honor, una de las principales costaneras fue bautizada como Orla Bardot, un paseo que recorre la costa y se convirtió en postal obligada para visitantes de todo el mundo. Allí mismo se colocó una escultura de bronce que rinde homenaje a la actriz. La estatua aparece mirando al mar, en una actitud tranquila y natural, marcando para siempre el lazo entre ella y este paradisíaco lugar.
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