Adiós a Brigitte Bardot: mito femenino del cine y defensora de los animales
Edición Impresa | 29 de Diciembre de 2025 | 02:54
Brigitte Bardot, legendaria actriz, icono del cine francés y activista por los animales, murió ayer a los 91 años. La protagonista de cintas como “Y Dios creó a la mujer” y “El desprecio” tuvo en su haber medio centenar de películas, impuso un estilo de vestir simple y sensual, y forjó la leyenda que trascendió generaciones.
“La Fundación Brigitte Bardot anuncia con inmensa tristeza el fallecimiento de su fundadora y presidenta”, indicó la institución en un comunicado, detallando que la actriz murió este domingo por la mañana en su residencia de La Madrague, en Saint-Tropez, lugar al que luego llegarían varios fanáticos para dejar flores y cartas de cariño.
En sintonía con el dolor popular, el presidente Emmanuel Macron escribió en redes: “Lloramos la pérdida de una leyenda del siglo”, dijo sobre la estrella que años atrás había comenzado a generar controversia con ciertos posicionamientos, pero mucho antes de eso, Brigitte era el ícono de una mujer liberada de la moral, de la forma de vestir, del amor, de los códigos sexuales. “La libertad es ser uno mismo, incluso cuando incomoda”, escribió en el libro “Mon BBcédaire”, publicado meses atrás.
Muchos consideraron a Bardot como una Marilyn Monroe “francesa”, y es que las comparaciones eran suficientes: rubia y de una belleza impresionante, perseguida por los paparazzi día y noche, y con una compleja vida privada. Aunque la de Brigitte fue una vida marcada por sus propias convicciones, clave en eso fue su decisión de retirarse del mundo del cine antes de cumplir 40 años.
“El cine nunca fue una gran pasión para mí (…) Y a veces puede ser mortal. Marilyn (Monroe) pereció por eso”, dijo la actriz sobre esta etapa de su vida, que si bien fue exitosa y la posicionó como una verdadera estrella del celuloide francés, no fue la meta final de su vida. En 1973, después de actuar en “El hombre que amaba a las mujeres”, Bardot se retiró a su villa en la Riviera, en St. Tropez.
DE CUNA BURGUESA AL ESTRELLATO
Brigitte Anne-Marie Bardot nació el 28 de septiembre de 1934, en el ceno de una familia burguesa. Niña tímida y reservada, estudió ballet clásico y fue descubierta por un amigo de la familia, quien la puso en la portada de la revista Elle con tan solo 14 años. Sin embargo, la infancia de Bardot no fue idílica. La actriz confesó que había tenido una niñez “difícil” debido a la estricta disciplina que imponía su padre, quien la castigaba con un látigo para caballos.
Pese a esto, Brigitte llegaría a brillar con luz propia gracias a otros que vieron su potencial, uno de ellos fue su primer esposo, el productor de cine francés Roger Vadim, con quien se casó en 1952, y quien escribió para ella el guión de “Y Dios creó a la mujer” en donde la actriz exhibió su sensualidad sin igual, lo que le valió críticas y la censura de la Iglesia. Sin embargo, la película tuvo una influencia decisiva en los directores Jean-Luc Godard y François Truffaut, gracias a que logró plasmar, de una manera única y natural, la libertad sexual de la década de 1960.
Si bien la cinta la catapultó al estrellato, Bardot nunca se adaptó a la fama. “Sufrí mucho al principio. Realmente me trataron como si fuera menos que nada”, afirmó la actriz, quien además se convirtió en un blanco de los paparazzi. De hecho, la actriz culpó a la prensa por su exposición y vivió una depresión que la llevó a un intento de suicidio tras la llegada de Nicolas, su único hijo, fruto de su segundo matrimonio con el también actor, Jacques Charrier. En su autobiografía de 1996, Brigitte comparó su embarazo a “un tumor creciendo dentro de mí” y describió a Charrier como “temperamental y abusivo”.
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ACTIVISMO Y ANIMALES: UNA NUEVA VIDA
Una década después de dejar la actuación, Brigitte resurgió con una nueva faceta como defensora de los derechos de los animales. Lejos de su imagen de femme fatale, la artista abandonó su vida de jet-set y vendió recuerdos de películas y joyas para crear una fundación dedicada exclusivamente a la prevención de la crueldad hacia los animales.
Criticó tradiciones deportivas centenarias francesas e italianas, incluido el palio (una carrera de caballos con reglas muy permisivas), e hizo campaña en nombre de lobos, conejos, gatos y otras especies. En una ocasión, Bardot indicó que se identificaba con los animales que intentaba salvar. “Puedo entender a los animales cazados por la forma en que yo fui tratada”, señaló. “Lo que me pasó fue inhumano. Estaba rodeada constantemente por la prensa mundial”.
“Brigitte fue un ángel para los animales que luchó y acudió a los tribunales para protegerlos a todos”, dijo ayer Ingrid Newkirk, fundadora del grupo de defensa de los derechos de los animales PETA.
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