Pesadilla nocturna para una familia en una vivienda del Barrio Savoia

Tres encapuchados armados irrumpieron en un domicilio ubicado en 484 entre 10 y 11, golpearon salvajemente al dueño y, tras una despliegue de métodos violentos, se alzaron con un cuantioso botín.

Todo ocurrió poco después de las 4 de la mañana, cuando la oscuridad y la calma reinaban en la zona. Dentro de la vivienda, la pareja y su hija dormían sin imaginar que su mundo se transformaría en una escena de horror. Un ruido extraño en el exterior alertó al dueño de casa, quien, con el corazón latiéndole con fuerza, se acercó a la puerta para ver qué sucedía. Apenas giró el picaporte, la pesadilla comenzó: tres sombras encapuchadas irrumpieron con una ferocidad inusitada.

Antes de que pudiera reaccionar, un golpe seco y brutal con la culata de un arma de fuego le abrió una herida en la frente, tiñendo de rojo su rostro. El dolor era punzante, pero más aterrador era el pánico que se apoderaba de él y de su pareja.

Sin darles respiro, los delincuentes los arrastraron hacia una habitación. Con gritos amenazantes y armas apuntándoles a la cabeza, exigían el dinero y las joyas. Mientras uno de los asaltantes los mantenía bajo control, los otros revolvían la casa con una violencia desmedida, tirando muebles, abriendo cajones y esparciendo sus pertenencias como si se tratara de un huracán de terror.

Los minutos se hicieron eternos. Finalmente, los intrusos se alzaron con un botín compuesto por 3.000 dólares, tres teléfonos, una notebook, un órgano musical, un bolso con relojes y las llaves de un vehículo. Con la misma rapidez con la que ingresaron, huyeron en la oscuridad, dejando tras de sí el eco de la pesadilla.

Las hipótesis sobre el violento asalto son múltiples. ¿Fue un golpe al azar o los ladrones sabían exactamente a quién atacaban? ¿Habían estado vigilando los movimientos de la familia, esperando el momento exacto para lanzar su feroz embestida? Los investigadores ahora trabajan contrarreloj, revisando minuciosamente las cámaras de seguridad para identificar a los sospechosos.