Un Lobo bipolar: entre la clasificación posible y la salida del DT

El Torneo Apertura es un torneo particular por su formato, que amplía las chances de avanzar para los equipos menos poderosos. Y dentro de las particularidades del mismo, la Zona B es de locos, ya que hoy el último clasificado -en el octavo puesto- es Instituto, que perdió 8 de los 14 partidos que disputó y supera por diferencia de gol a Godoy Cruz, con igual cantidad de puntos (14) pero con diferencia de gol menos peor (-5 contra -8).

Al igual que Talleres y Sarmiento, Gimnasia tiene 13 puntos y posibilidades de clasificar con una campaña decididamente mala, en la cual el emergente es que no gana desde hace 7 fechas, pero que en el global tiene 3 victorias, 4 empates y 7 derrotas, con una diferencia de gol de -9. Increíble que campañas así brinden chances de pelear por un título, pero la realidad es que, mientras el Lobo le dio un ultimátum de Diego Flores para el choque del lunes en el Amalfitani, la oportunidad de meterse en los playoffs sigue latente.

Hay una realidad: una derrota en Liniers cortará de raíz el ciclo del entrenador cordobés al frente del equipo. Si eso pasa, habrá otro interinato de Fernando Zaniratto en la ultima fecha. El empate tal vez le sirva más a Flores que a Gimnasia porque el DT cerraría el campeonato frente a Platense con mínimas chances de clasificación. Sin objetivo cumplido, quienes plantearon la salida del entrenador tras la derrota ante River volverán a la carga para promover un cambio y que Gimnasia no comience nuevamente un torneo con un técnico que pende de un hilo, como sucedió con Chirola Romero o Marcelo Méndez.

Quienes creen que Diego Flores merece una chance más resaltan la seriedad del trabajo y el estudio sobre los rivales. Una situación que contrasta con los exámenes que el equipo no logra superar fecha a fecha, lejos de cualquier mejoría futbolística. Al contrario, parece haber involucionado notoriamente después de aquel inicio que deparó victorias consecutivas sobre San Martín y Atlético Tucumán. De todos modos, esos resultados tampoco iban de la mano de una evolución ofensiva. Y el orden defensivo se fue perdiendo con el correr de las fechas. Este Gimnasia no defiende bien, no genera juego y no tiene gol, con apenas 8 tantos convertidos en 14 encuentros.

Así están las cosas en el Lobo, con serios cuestionamientos hacia la dirigencia -que no son nuevo, ya que vienen de arrastre desde las decisiones iniciales de 2023-, los jugadores y también el cuerpo técnico, que se fue del Bosque en medio de insultos en la caída frente a River Plate. Y, todavía, con chances de seguir dando pelea en el torneo.