Alertan que el agro argentino pierde 40 millones de toneladas por mala nutrición del suelo

Durante el Simposio Fertilidad 2025 en Rosario, especialistas advirtieron sobre la caída de nutrientes esenciales en los suelos y destacaron la urgencia de un manejo más eficiente y sustentable. 

El miércoles comenzó en Rosario el Simposio Fertilidad 2025, organizado por Fertilizar Asociación Civil, con la participación de referentes del sector agropecuario y académico. Allí se puso nuevamente sobre la mesa una preocupación creciente: la deficiente nutrición del suelo le está costando al agro argentino millones de toneladas de producción potencial.

“Tenemos que jerarquizar las decisiones de manejo y mirar el suelo con una mirada más integral”, sostuvo Roberto Rotondaro, presidente de Fertilizar AC. Según indicó, por la falta de inversión en nutrientes adecuados, el país ha dejado de producir alrededor de 40 millones de toneladas de granos, una pérdida que afecta directamente a los productores y a la economía nacional.

Rotondaro también alertó sobre la baja incorporación de elementos clave como el azufre. “La dosis media hoy sigue siendo de apenas 2 a 3 kilos por hectárea, siendo que es un nutriente económico y eficiente”, dijo, remarcando que hay margen para mejorar. También explicó que Argentina solo produce un tercio del fertilizante que utiliza, y que el resto se importa desde regiones como el norte de África, Estados Unidos, Marruecos y Rusia, principalmente a través de los puertos de San Nicolás, San Lorenzo y Rosario.

En el panel “Nutrición de cultivos ¿Rompimos la inercia o cambiamos la velocidad?”, moderado por María Fernanda González Sanjuan, se analizó la baja reposición de los nutrientes que se extraen del suelo. Hernán Sainz Rozas, de la Universidad Nacional de Mar del Plata, compartió los resultados de un estudio que compara suelos agrícolas con suelos prístinos. La investigación reveló pérdidas de hasta 40% en materia orgánica y una reducción significativa en elementos como fósforo, calcio, magnesio y potasio, particularmente en zonas del oeste bonaerense, sur de Córdoba y noreste de Entre Ríos.

También se destacó que el 75% de la superficie cultivada presenta niveles bajos de zinc y boro. “El deterioro sostenido de la fertilidad de los suelos es una señal de alarma que obliga a revisar las estrategias de manejo”, advirtió Sainz Rozas.

Por su parte, Martín Díaz Zorita, de la Universidad Nacional de La Pampa, habló sobre las “brechas de aplicación” y subrayó que muchas decisiones agronómicas afectan directamente la eficiencia del uso de fertilizantes. Presentó un relevamiento con más de 90 ensayos en 16 sitios que mostró una brecha de rendimiento del 32% entre cultivos bien fertilizados y los que no lo fueron.

El panel cerró con las exposiciones de Esteban Ciarlo, Gerardo Rubio y Fernando García, quienes profundizaron en la crítica situación del fósforo en los suelos argentinos. “Nos estamos moviendo a zonas de deficiencias con un promedio de 53% de reposición”, afirmó Ciarlo. Se estima que se pierden 6 kilos de fósforo por hectárea por año, lo que equivale a casi 200 mil toneladas a nivel nacional. Como el país no produce fósforo, esto implica depender de importaciones.

García destacó que el manejo del fósforo no es complejo, pero sí requiere decisiones precisas: partir de buenos muestreos, elegir correctamente las fuentes y aplicar en el momento y lugar adecuado. También resaltó el potencial de nuevas fuentes biológicas y recicladas, aunque todavía falta evidencia a campo.

El llamado final fue claro: mejorar el manejo nutricional es urgente y posible, siempre que se entienda que no todo se trata de nitrógeno y fósforo. La erosión, la compactación y la eficiencia en el uso del agua también forman parte del desafío.

Agro nutrición suelo

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