En Mendoza, clima caliente en la previa

Al menos dos pasacalle amenazantes contra el plantel de Boca aparecieron en las inmediaciones del hotel mendocino donde se encuentraba la delegación a la espera del partido de anoche frente a Independiente Rivadavia y en medio de la crisis institucional y deportiva que atraviesa la entidad comandada por Juan Román Riquelme.

Los pasacalles tenían las leyendas: “La camiseta de Boca se tiene que transpirar” y “Están en Boca, respeten la camiseta y a su gente”.

Los jugadores de Boca pasaron la noche en un hotel de Mendoza donde se estuvieron concentrados para el partido en el que se jugó a partir de las 20:30 ante Independiente Rivadavia.

El inconformismo con el Boca del presidente Juan Román Riquelme trasciende las provincias, donde el equipo de la Ribera estuvo en crisis con 12 partidos sin ganar. Antes del encuentro, aparecieron dos pasacalles contra la institución en Mendoza.

En letras mayúsculas grandes, y con los colores “Azul y Oro”, los carteles demuestran enojo con los futbolistas a los que les piden que “respeten la camiseta y a su gente” y que transpiren la camiseta.

Pero el enojo no viene sólo, sino que es fruto de un pésimo momento institucional y deportivo del club del barrio de La Boca.

Con dos años consecutivos en los que ni siquiera participó de la fase de grupos de la Copa Libertadores, en riesgo de tampoco clasificar a la próxima edición del certamen internacional y con una racha de 12 partidos sin triunfos que recién cortó ayer ante Independiente Rivadavia, la hinchada de Boca llevaba acumulando decepciones, hasta que finalmente explotó.

Actualmente el conjunto de La Ribera está en el decimo escalón de la zona A del Torneo Clausura 2025, integrada por 15 equipos. Con la victoria de ayer, trepó al tercer puesto de la Tabla Anual y parcialmente se está metiendo en el repechaje de la próxima Copa Libertadores. Un certamen que el Xeneize hace dos años que no disputa y en el que está obligado a clasificar. Solo le saca un punto a Argentinos y además se encuentra a tres de River y Rosario Central, quienes lideran la general.

UNA MULTITUD EN EL MUNDIALISTA

Pese a esos mensajes que representan a un sector de los hinchas de Boca, en el estadio se vivió un clima diferente porque más de 20 mil personas coparon su tribuna y alentaron al equipo pese al mal momento deportivo. La gente le puso color y hasta el partido tuvo que ser frenado unos minutos, por la enorme cantidad de bengalas.

Es más, en la previa miles de fanáticos se acercaron hasta el hotel en donde horas antes habían colocado los pasacalles para pedirles autógrafos a los jugadores, especialmente a Leandro Paredes.

Los hinchas aprovecharon que la Lepra quiso jugar con hinchas visitantes y de esta manera se acercaron hasta el estadio que está emplazado en el Parque Independiencia. Por dos horas los problemas y las quejas quedaron de lado. Todo fue azul y amarillo en función de buscar lo mejor.