Murió el ex líder de la JP y Montoneros, Rodolfo Galimberti

El ex dirigente de la JP y Montoneros, Rodolfo Galimberti, fallecido ayer por una insuficiencia cardíaca, se plegó en los '70 a la "tendencia revolucionaria" del peronismo y como guerrillero participó en esos años del secuestro del empresario Jorge Born, al que se asoció en los '90, coronando un giro en su vida que explicó por la búsqueda del éxito personal.
Después de una actuación adolescente en la agrupación nacionalista Tacuara en los '60, desde finales de esa década adhirió a la lucha armada de las "formaciones especiales" y tuvo un papel de primera línea -como los que solía pretender- en el auge de la "tendencia revolucionaria" a comienzos de los '70.
Aunque perplejos por su viraje copernicano de los '90, algunos de sus antiguos compañeros rescataban de Galimberti su "lealtad en el combate" y le atribuían "coraje" para sobrellevar situaciones difíciles.
"Cuando volví a la legalidad renuncie a la política y me dediqué a hacer guita, a todo este quilombo... Yo quiero homenajear a la gente de mi generación. Esta gente estaba para hacer grandes cosas... Yo me puse en la cabeza que mi mejor homenaje (a quienes murieron en los '70, combatiendo en Montoneros) es tener éxito, demostrar que en esa época quisimos hacer la revolución y que hoy podemos ser empresarios o multimillonarios". Obviamente, la frase pertenece al Galimberti de fines de los años '90. Y de ese modo trataba de explicar su vida a los periodistas que por esos días empezaban a escribir su biografía.

UN POCO DE HISTORIA
Como integrante de una generación que levantó la bandera del "luche y vuelve", en pleno auge de la "tendencia" Galimberti fue ásperamente desautorizado por Juan Domingo Perón cuando en 1973 exhortó a constituir "milicias populares" después del retorno a la democracia.
Galimberti fue jefe de la llamada Columna Norte de la organización Montoneros, en el marco de la cual protagonizó el recordado secuestro de los hermanos Juan y Jorge Born.
Tras el golpe de 1976 fue al exilio y pocos años después Galimberti criticó el "militarismo" de Montoneros junto a otros disidentes de la organización, entre ellos el poeta Juan Gelman, ninguno de los cuales lo siguió más tarde en el "replanteo existencial" que lo llevó a repudiar a sus ex compañeros y a asociarse ideológica y empresarialmente con sus antiguos enemigos.
En un programa de Daniel Hadad, por América TV, además de fustigar a Mario Firmenich, su antiguo jefe, pareció aproximarse a la llamada "teoría de los dos demonios" cuando afirmó que "faltan a la verdad los que no reconocen que en los '70 se cometieron excesos y atrocidades desde los dos bandos".
El libro "Galimberti: de Perón a Susana, de Montoneros a la CIA" -de los periodistas Marcelo Larraquy y Roberto Caballero- investigó la vida de este ex dirigente Montonero desde su paso por Tacuara hasta sus acuerdos empresariales con el Exxel Group.
El trabajo reseña la vida de "Galimba" sobre la base de 415 entrevistas a familiares, ex montoneros, empresarios, funcionarios, servicios de inteligencia argentinos y extranjeros, socios, amores, amigos y enemigos del controvertido personaje.
Algunos de esos testimonios le atribuyeron contactos, por ejemplo, con el Batallón 601 de Inteligencia del Ejército y con la SIDE.
Justamente, la presunta vinculación con la Secretaría de Inteligencia del Estado y negocios con Hugo Anzorreguy, quien era titular de la SIDE, obligaron al entonces presidente Carlos Menem a desmentir públicamente que Galimberti hubiese sido nombrado en la plantilla de ese organismo.
También se le han atribuido encuentros con el ex almirante Eduardo Emilio Massera, durante la dictadura, así como con Domingo Cavallo y negocios con Hadad y con Jorge Rodríguez, la pareja de la conductora televisiva Susana Giménez.
Galimberti era directivo junto a Rodríguez y Jorge Born de la empresa Hard Comunication, encargada de organizar los sorteos del programa "Hola Susana", donde la justicia investiga una presunta defraudación cometida con un número telefónico de llamadas pagas.
Según versiones, en estos últimos años, Galimberti habría estado relacionado a la Central de Inteligencia norteamericana (CIA).
Ayer, a los 52 años, "Galiba" se convirtió definitivamente en historia, en parte de un pasado controvertido del cual fue tal vez sólo un actor secundario pero que dejó material para la investigación y la polémica.