Hallan asesinada a una mujer con dos balazos en la cabeza

Ocurrió en un departamento de barrio Hipódromo. La víctima tenía 31 años. No hay detenidos

María Fernanda Jiménez Godoy tenía 31 años. Ayer apareció muerta en la habitación de su departamento del barrio Hipódromo, con dos disparos en la cabeza. El viernes por la tarde fue la última vez que la vieron con vida. Compartía la vivienda con una hija adolescente de 14 años, aunque tenía otro hijo, de 15, que le crió la madre desde los cinco meses. Estaba separada y su ex marido actualmente reside en Venezuela. Nadie escuchó ruidos extraños. Tampoco se observaron movimientos fuera de lo común. Pero el homicida se acercó sigilosamente hasta la víctima y, mientras esta dormía, la ejecutó de dos balazos en la nuca, desde muy corta distancia.

Con este cuadro de situación se encontraron los investigadores de la comisaría segunda de La Plata, a cargo del comisario Juan Angel Abramo, cerca de las 10 de la mañana.

La mujer estaba acostada en una cama, vestía un camisón blanco y se había tapado con sábanas y frazadas. Según sospechan los encargados de dilucidar el misterioso caso, Jiménez Godoy no se percató en ningún momento de la presencia del delincuente, que alzó una pistola calibre 22 y le pegó dos tiros.

El brutal episodio ocurrió, presuntamente en la madrugada del sábado, en la calle 39, al numeral 186, entre 116 y 117. En ese lugar hay varios departamentos, propiedad de la familia de la víctima.

Precisamente, según pudo saber este diario, María Fernanda hacía las veces de administradora de ese complejo habitacional y se encargaba del cobro de expensas y alquileres, la mayoría de ellos a personas de origen peruano.

Los pesquisas manejan dos hipótesis sobre el crimen, aunque hay una que habría cobrado fuerza en las últimas horas, a partir de los testimonios que aportaron familiares y otros allegados.

Fuentes altamente calificadas indicaron al respecto que Jiménez Godoy manejaba frecuentemente dinero y, en cantidades importantes, ya que su padre -fallecido-, además, era dueño de otros inmuebles en esa zona de nuestra ciudad, la mayoría de los cuales estaban arrendados.

En esa línea investigativa, el autor del crimen, tal vez, intentó apoderarse de efectivo y decidió matar a la mujer para lograr impunidad. Sin embargo, no se encontraron puertas ni ventanas forzadas, no se denunciaron faltantes y no había desorden dentro del departamento, emplazado en un primer piso, arriba de un pequeño comercio.

¿CONFLICTO ECONOMICO?

Los voceros consultados indicaron que la historia familiar de Jiménez Godoy despertó interés en los pesquisas policiales. Supuestas declaraciones contradictorias, un marcado hermetismo y hasta una particular "frialdad" frente a la terrible noticia del crimen, fueron algunos de los elementos que se tuvieron muy en cuenta en busca de las primeras pistas.

Un allegado a la causa, en la que tomaron intervención los fiscales Virginia Bravo y Gabriel Sagastume, indicó que "tenemos entendido que la relación entre los integrantes de la familia no atravesaba por su mejor etapa y hasta podría existir un conflicto económico en el círculo íntimo de la víctima. Hay todavía muchos puntos oscuros, pero que seguramente iremos aclarando en los próximos días".

"No descartamos nada, pero estamos casi convencidos que no fue un crimen en ocasión de robo", agregó.

Al cierre de esta edición, personal de la comisaría segunda intentaba ubicar a un hombre que, de acuerdo a los datos que brindaron fuentes policiales, mantenía una relación sentimental con la víctima. "Su aporte es fundamental para resolver el caso", especuló un investigador.

LA ENCONTRO EL HIJO

En horas de la mañana de ayer, Lucía Godoy (54), madre de María Fernanda Jiménez Godoy, a quien intentó ubicar durante el pasado fin de semana, se acercó hasta el departamento de la calle 39 en compañía de su nieto, el hijo de la víctima. Pero como nadie respondía a los llamados, el joven, cuya identidad no se brinda por cuestiones legales, decidió entrar a la casa.

Extrañamente, la puerta de aluminio que sirve de acceso a la finca desde el pasillo, al que se accede por una escalera, estaba abierta. Por eso el muchacho entró al inmueble y caminó hasta la pieza. Allí encontró a su mamá acostada en la cama, boca arriba, con la cabeza recostada hacia la izquierda y totalmente ensangrentada.

En cuestión de segundos, sobresaltado, le avisó a su abuela lo que había visto y la mujer, por intermedio de un abogado, dio aviso a la comisaría.

El barrio, poco después, se llenó de policías. Y un grupo de peritos confirmó lo que todos temían: Jiménez Godoy había sido asesinada.

A pocos metros de la cama aparecieron dos proyectiles y una cápsula, presumiblemente de calibre 22, aunque en el lugar no se halló ningún arma.

La hija de la víctima, de la que tampoco se brinda el nombre por ser menor de edad, fue encontrada en el domicilio de una amiga, a pocos metros de la vivienda, de la que supuestamente se había ausentado hace varios días y con aparentes intenciones de no regresar, ya que en su poder se secuestró un bolso con prendas de vestir.

En el hecho también tomó intervención el juez de garantías en turno, Guillermo Federico Atencio.

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