Piden perdón a Sandro por revelar lo del trasplante

Armando Perichón, quien renunció como director del INCUCAI tras revelar que el cantante Sandro integra la lista de espera para un trasplante, pidió perdón y justificó sus declaraciones a su inexperiencia con los medios.

"Le pido enormes disculpas a Sandro y le aclaro que no hubo una mala intención detrás de este error. Vengo del interior del país y no estoy acostumbrado a la presión que ejercen los medios", señaló ayer Perichón.

"Cuando uno comete un error se tiene que ir", dijo el médico responsable del organismo. Tras la renuncia, Carlos Sorati, quien ya había ocupado este cargo, asumió la titularidad del organismo por 90 días, según informaron fuentes del ministerio de Salud de la Nación.

"El doctor Carlos Sorati va a asumir por 90 días la dirección del INCUCAI, en forma interina, luego de la renuncia de Perichón aceptada por la ministra Graciela Ocaña", señalaron desde la cartera sanitaria.

La renuncia de Perichón se produjo luego de la divulgación del nombre de Sandro como integrante de la lista de espera para un trasplante cardiopulmonar.

"Oficialmente se acepta la renuncia y se interviene por 90 días para elaborar un sumario y ver cómo se filtró la información", precisaron las fuentes tras añadir que "es un límite que no hay que pasar, es la violación de la intimidad".

Sorati está actualmente al frente del área de Políticas, Regulación e Institutos, una de las tres secretarías dependientes del ministerio de Salud, de la que depende el INCUCAI.

Las fuentes aseguraron que "el hecho de haber tomado esta decisión en forma rápida y haber respondido así a una demanda de la sociedad -porque a nadie le cayó bien que se haya revelado esto- es positivo y no daña al organismo".

EL PEDIDO DE PERDON

"Cometí un error y por eso creí conveniente renunciar. Como funcionario, no debí haber dicho lo que dije. Y por lo tanto, tengo que pagar. Eso fue lo que pasó", aseveró el ahora ex titular del INCUCAI, quien ayer se alejó del cargo que ocupaba.

El facultativo fue apartado de su cargo por la ministra de Salud, Graciela Ocaña, después de que tomara gran trascendencia lo que ocurrió con Sandro y su inclusión en la lista de espera.

Poco después de que el profesional revelara la noticia, el propio Sandro tuvo que salir a explicar su estado de salud, ya que comenzaron las especulaciones sobre la prioridad que tendría a la hora de conseguir el trasplante, debido a su gran exposición pública.

En ese sentido, el propio Perichón explicó que la lista de espera "se arma para cada donante, porque se tienen en cuenta tres factores, que son el grupo de sangre (de los pacientes), los datos antropométricos y los datos biológicos. Cada donante que está en la lista puede recibir el órgano solo cuando se dan esas condiciones".

SANDRO Y LOS RUMORES

El lunes, Sandro había confirmado que necesita someterse de manera urgente a un trasplante de corazón y pulmones a causa de la grave enfermedad respiratoria que padece.

"Sí, estoy en lista de espera", admitió el popular cantante de 62 años. Sandro, que mantiene su vida privada alejada de los medios, rompió el aislamiento para confirmar su estado de salud y evitar la ola de rumores que se había desatado, y desmentir versiones acerca de un supuesto privilegio en la lista de espera de los pacientes que necesitan un trasplante de órganos.

"Muchos de mis compañeros van a pensar que, claro, como soy Sandro, voy a recibir el trasplante primero. Pero los turnos se colocan según el grado de evolución de la enfermedad. Entonces tengo que pensar en esos compañeros que sufren lo mismo que yo. Y para eso era importante tener total silencio sobre mi nombre. No quiero privilegios", afirmó.

El estado de salud de Sandro no es "tan grave", según él mismo señaló, aunque admitió que su estado empeora "dado que se trata de una enfermedad terminal.

"Prefiero no perderme la vida. Quedar tirado en una cama con un tanque de oxígeno es lo mismo que estar muerto", se lamentó. "Tengo muy mal las cuerdas vocales. Pero estoy recuperando la voz", admitió tras el daño que le produjo el tratamiento de respiración artificial.

"Son tubos que te meten en la garganta y te la destrozan, yo perdí la voz absolutamente. Pero que el público se quede tranquilo, es una cuestión de tiempo", aseguró para tranquilizar a sus miles de fanáticas.