De Angeli, del campo a un liderazgo nacional
Un pequeño productor convertido en referente de la protesta agraria
| 6 de Abril de 2008 | 00:00
Sin discursos rebuscados, pero con fuerte prédica entre ruralistas y asambleístas, Alfredo De Angeli se convirtió en una figura nacional, en medio del debate sobre el surgimiento de un denominado "partido del campo".
Sostén de la protesta encarada en Gualeguaychú -uno de los piquetes más fuertes de todo el país-, De Angeli pasó de ser un pequeño productor y dirigente de la Federación Agraria local a una figura asociada con el clamor chacarero en sólo tres semanas.
La intransigencia de sus palabras, y el espacio que le dieron los medios -que lo transformaron en una de las caras más visibles de la lucha de los ruralistas-, fueron variables fundamentales en esa transformación.
Además, el hecho de que le faltara un diente y tener un hermano mellizo con gran parecido físico, Atilio, hicieron de De Angeli un personaje aún más llamativo, incluso pintoresco.
"Hace 21 días tuve un accidente, perdí un diente. La gente me diferenciaba con mi hermano por el diente. En estos días me hicieron un diente en tiempo récord. Ahora de nuevo empezaron a confundirme con mi hermano", relató Alfredo, sobre la particular característica.
La proyección mediática de su figura motivó a los titulares de las principales agrupaciones del campo a elegir el corte de Gualeguaychú para anunciar el freno de las medidas de fuerza en contra de las retenciones oficiales.
SU BIOGRAFIA
Nacido en la localidad entrerriana de María Grande, en el departamento de Paraná, De Angeli tuvo sus comienzos en la actividad agropecuaria en 1972, en Gualeguaychú, trabajando "con el tractor de un vecino".
De origen humilde, no terminó la escuela secundaria. En la actualidad -y desde hace más de 30 años- arrienda un campo de 675 hectáreas que trabaja junto a su hermano mellizo. Allí siembran soja, girasol, trigo y maíz.
Cuenta que él mismo maneja la cosechadora y tiene sólo tres peones que cobran unos mil pesos por mes. Asegura que, si la cosecha es buena, le garantiza un ingreso de unos 4 mil pesos mensuales.
Si bien adquirió relevancia nacional durante el último mes, su perfil de dirigente ya había salido a la luz tiempo atrás, cuando impulsó desde el campo las protestas en repudio a la papelera finlandesa Botnia, instalada frente a Gualeguaychú, sobre la orilla oriental de Río Uruguay en la localidad de Fray Bentos.
Esa militancia hizo que fuera preso en dos oportunidades, por cortar rutas durante la presidencia de Eduardo Duhalde en Entre Ríos, a la cabeza de la Federación Agraria; y por protestar contra Botnia en Buenos Aires, frente a la terminal de Buquebús.
"Nunca participaré de política partidaria", asegura De Angeli y sostiene que los que lo conocen "jamás se animarían" a ofrecerle un puesto de ese tipo.
No obstante, se jacta de la fuerza y la convocatoria de su sector, que "demostró que puede parar el país tranquilamente cuando se lo subestima y maltrata".
Al hablar en la asamblea del martes pasado, De Angeli mostró un discurso elaborado y de fuerte contenido político. Para muchos observadores, se consolidaba un nuevo liderazgo.
Sostén de la protesta encarada en Gualeguaychú -uno de los piquetes más fuertes de todo el país-, De Angeli pasó de ser un pequeño productor y dirigente de la Federación Agraria local a una figura asociada con el clamor chacarero en sólo tres semanas.
La intransigencia de sus palabras, y el espacio que le dieron los medios -que lo transformaron en una de las caras más visibles de la lucha de los ruralistas-, fueron variables fundamentales en esa transformación.
Además, el hecho de que le faltara un diente y tener un hermano mellizo con gran parecido físico, Atilio, hicieron de De Angeli un personaje aún más llamativo, incluso pintoresco.
"Hace 21 días tuve un accidente, perdí un diente. La gente me diferenciaba con mi hermano por el diente. En estos días me hicieron un diente en tiempo récord. Ahora de nuevo empezaron a confundirme con mi hermano", relató Alfredo, sobre la particular característica.
La proyección mediática de su figura motivó a los titulares de las principales agrupaciones del campo a elegir el corte de Gualeguaychú para anunciar el freno de las medidas de fuerza en contra de las retenciones oficiales.
SU BIOGRAFIA
Nacido en la localidad entrerriana de María Grande, en el departamento de Paraná, De Angeli tuvo sus comienzos en la actividad agropecuaria en 1972, en Gualeguaychú, trabajando "con el tractor de un vecino".
De origen humilde, no terminó la escuela secundaria. En la actualidad -y desde hace más de 30 años- arrienda un campo de 675 hectáreas que trabaja junto a su hermano mellizo. Allí siembran soja, girasol, trigo y maíz.
Cuenta que él mismo maneja la cosechadora y tiene sólo tres peones que cobran unos mil pesos por mes. Asegura que, si la cosecha es buena, le garantiza un ingreso de unos 4 mil pesos mensuales.
Si bien adquirió relevancia nacional durante el último mes, su perfil de dirigente ya había salido a la luz tiempo atrás, cuando impulsó desde el campo las protestas en repudio a la papelera finlandesa Botnia, instalada frente a Gualeguaychú, sobre la orilla oriental de Río Uruguay en la localidad de Fray Bentos.
Esa militancia hizo que fuera preso en dos oportunidades, por cortar rutas durante la presidencia de Eduardo Duhalde en Entre Ríos, a la cabeza de la Federación Agraria; y por protestar contra Botnia en Buenos Aires, frente a la terminal de Buquebús.
"Nunca participaré de política partidaria", asegura De Angeli y sostiene que los que lo conocen "jamás se animarían" a ofrecerle un puesto de ese tipo.
No obstante, se jacta de la fuerza y la convocatoria de su sector, que "demostró que puede parar el país tranquilamente cuando se lo subestima y maltrata".
Al hablar en la asamblea del martes pasado, De Angeli mostró un discurso elaborado y de fuerte contenido político. Para muchos observadores, se consolidaba un nuevo liderazgo.
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