Chis Chis tiene y entretiene

Lo confesamos de entrada: no pensábamos ir a Chis Chis. Pero el pescador propone y el tiempo dispone, por lo que en plena ruta y ante una lluvia que se nos vino encima, decidimos cambiar de rumbo y parar en el Km 144 de la Ruta 2, donde se encuentra el pesquero Faro de Monasterio, precisamente dividiendo la ruta de la laguna. Esta facilidad de acceso convirtió a Chis Chis en la alternativa que muchos pescadores elegimos ese día en el que a otros sitios no podíamos llegar por sus caminos de tierra intransitables. Pero lejos de convertirse en una desilusión, nuestra salida de pesca se transformó en una verdadera sorpresa: tras comprobar la buena pesca costera del pesquero nos encontramos con un reconocido guía de pesca a quien la lluvia también le había alterado los planes porque se canceló su salida guiada: Hugo Di Marco. Así las cosas, sin planificarlo de antemano, nos encontramos navegando bajo la llovizna en un cómodo trucker bien propulsado, hacia los rincones más efectivos de la laguna. Y el regalo, a la postre, fue enorme: nos divertimos en grande y a puro pique.

Conocedor de su ámbito como pocos, Di Marco nos hace en plena travesía una pregunta que nos sonó a música: "¿Quieren pescar cantidad o de buen tamaño?". La respuesta que dimos con el amigo Julio Coria fue la misma que daría un nene de 5 años: "Las dos cosas". Así de ansiosos estábamos por sacarle sus tesoros a este cercano y querido espejo, que recobró la gloria tras la siembra efectuada por el Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense (ahora sí que da gusto sacar el permiso de pesca, porque se ven los frutos).

Anclamos en un sector del fondo de la laguna, pasando de largo el pequeño canal de acceso a Chis Chis, y entre el gorgoteo de las gotas de lluvia que hacían globitos en el agua, las boyas no tardaron en tener acción: Di Marco -que usaba boyas plásticas ideales para garetear sin viento, aunque con pequeñas boyitas tramposas-, clavó de entrada. Al instante, quien esto escribe también acusa un pique y logra otro ejemplar.

Las piezas que comenzamos a izar al bote iban desde el peje para devolución, de menos de 25 cm, a un promedio que daba la medida sin llegar a los 30 cm. No era tirar y sacar, pero sí había pique constante. Incluso, encarnando el primer anzuelo mientras tocaba el agua el último, cobré un par de piezas pegadito al bote, sin cañear, como si estuviese usando una línea de mano.

Flojo de capturas (pero con revancha al final, como ya veremos), Coria no daba con la línea adecuada. Finalmente le facilité una de pequeñas boyas cometa en tono anaranjado, con bajadas de 25 cm y flashabou en los anzuelos número 3. Y ahí el panorama de nuestro compañero cambió 180°, comenzando a lograr pejes al instante.

En cuanto a equipos, usamos cañas Spinit Extreme 4200 de 4,20 mts, en grafito, reel Spinit Classe 30 y variamos entre multifilamento y nylon (con flotalíneas) logrando idéntico resultado con ambos sedales. Es que la pesca se daba en una franja de 30 metros que nos separaban de la costa, por lo que no había que dejar derivar tanto las boyas para tener respuesta.

Satisfechos con la cantidad, fuimos por el "tamaño". La lluvia nos dio un pequeño respiro en el que pudimos hacer algunas fotos dignas y al cambiar de lugar se reivindicó el que venía a la cola: Coria ve desviarse la boya del medio de su aparejo, clava con certeza y comienza a batallar con un matunguito de 40 cm que fue la pieza mayor del día. Al instante, tengo la suerte de clavar otro de similar porte, que apenas pudimos retratar porque se largó un fuerte chaparrón.

Di Marco nos contó que en sus salidas es habitual -dependiendo de la mano de los pescadores- lograr cosechas que superen las 50 piezas y hasta las 100, dentro de las cuales siempre se cobran algunos matungos.

La lluvia se puso peor de lo esperado, acomodamos los bártulos en los cómodos tambuchos del lanchón de nuestro anfitrión y emprendimos un temprano regreso, satisfechos de haber comprobado la abundancia y calidad de piezas que por estos días está entregando Chis Chis.

Esperemos que la señora intendenta de Chascomús sepa valorar el tesoro que representa tener en su partido una laguna con buena pesca y no sólo no conceda sino que combata con todas sus armas disponibles a los pescadores furtivos. Esos que hacen negocio para pocos arruinando una siembra que costó mucho esfuerzo realizar y que da alegría al visitante y dividendos frescos a los que viven del turismo en el partido.

Servicios: guía Hugo Di Marco (trucker de 7 mts. para 4 pescadores): Tel.: 0221-155748096. Camping Faro de Monasterio: 02241-15549966, Nextel 175*5553 o Cel: (011) 156-6885000. El camping tiene amplio quincho central, quinchos individuales, amplio sector de pesca de orilla, dormis y camping. Costos: entrada $ 9 por persona, $ 10 rol de embarque, $ 10 para acampar, $ 60 dormi para 4 personas, $ 35 los botes en alquiler.