Libro de récords: "un árbitro de pocas pulgas"

Carlos Nai Foino fue uno de los árbitros más pintorescos y de más fuerte personalidad de la historia del fútbol argentino. En su juventud había practicado boxeo, sólo como aficionado, deporte que le sirvió para “aguantar” difíciles situaciones dentro de un campo de juego.

Una de ellas se produjo durante el campeonato de 1949, más precisamente el 28 de agosto de ese año, cuando en Avellaneda se enfrentaron Independiente y Boca. Ganaba la visita por 1 a 0 cuando al promediar el segundo tiempo, Independiente empató tras un tiro de esquina.

Según los comentarios de la época, al parecer al arquero de Boca, Claudio Vacca, un jugador de Independiente lo pechó dentro del área chica, aquél no pudo retener la pelota, permitiendo que Ferrari lograra la igualdad.

A Nai Foino le pareció correcta la acción y convalidó el tanto, el cual fue protestado exageradamente por el defensor visitante Francisco Perrocino.

Hubo un empujón y un manotazo de Perrocino quien recibió del árbitro una respuesta tan concluyente como inesperada: de un puñetazo puso nocaut al boquense. El partido debió suspenderse, reiniciándose el 14 de setiembre, pero sin Nai Foino como juez (lo reemplazó el inglés Gregory) ni Perrocino en la zaga visitante. Finalmente, Boca ganó por 3 a 2.


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