Degollaron a dos amigas en una vivienda de San Carlos

"Hay mil versiones", dijo un investigador en diálogo con EL DIA desde la escena del crimen. Pero la saña que emplearon ayer para matar a dos jóvenes amigas, en una modesta vivienda del barrio San Carlos, anoche parecía echar por tierra la hipótesis de un robo, que terminó de la manera más trágica.

Las víctimas tenían 25 y 26 años. Y fueron halladas con múltiples laceraciones en todo el cuerpo, producto de salvajes puñaladas que buscaron indefectiblemente su muerte.

"Esto es una carnicería", describió, asombrado, el mismo vocero, muestra clara de un ataque con señal de venganza.

El hecho ocurrió en la calle 133 bis entre 39 y 40, presumiblemente cerca de las seis de la tarde. Si bien existirían algunos comentarios vecinales sobre las personas que, en las últimas horas, frecuentaron esa propiedad, "a esta altura del caso, que estamos dando los primeros pasos, no los podemos tomar como una prueba concreta", destacó un jefe policial a este diario.

Según el reporte oficial, la dueña de la finca, identificada como Yanina Lusetti (25), madre de tres hijos, de 2, 5 y 8 años, fue degollada y el asesino se tomó el trabajo de remover sus órganos abdominales.

En tanto, Natalia Linardi, la otra joven asesinada, de 26 años, que vivía en 46 entre 141 y 141 bis, presentaba un profundo corte en el cuello, suficiente para causar su deceso en cuestión de pocos instantes.

Al parecer, dentro de la construcción, en el preciso instante en que se registró el doble asesinato, se encontraba el hijo más chiquito de Lusetti -sus dos hermanos estaban jugando en otro sector del barrio-, quien habría sido el que alertó a los vecinos que su madre estaba muerta.
'
Trascendió que lo vieron con un par de anteojos en la mano, los cuales, inmediatamente, al desconocerse su procedencia, fueron secuestrados para ser sometido a distintas pericias.

SIN OCUPACION FIJA

Quienes conocían desde hace varios años a las víctimas, en medio de la conmoción que generó tan terrible noticia, describieron que no contaban con una ocupación fija y que el precario inmueble donde las encontraron sin vida, en medio de un charco de sangre, era presuntamente frecuentado por varios hombres, "a toda hora", agregaron.

Estaban tiradas en la cocina. Al parecer, las mataron mientras tomaban mate y charlaban con alguien de su entorno, ya que no se encontraron ventanas ni puertas forzadas o rotas.

La casa posee dos habitaciones, un comedor, una cocina y un baño, en la planta principal, más otro dormitorio en el fondo. Y si bien no había mayor desorden, llamó la atención la aparente falta de higiene en todos los ambientes.

CON UNA CUCHILLA

También se hallaron dos carteras con todas sus pertenencias, otro indicio que el homicida no tenía intenciones de robarles nada.

Fue decidido a matarlas, más allá de alguna excusa para poder acceder a la vivienda. Y lo hizo con una cuchilla, tipo de cocina, con mango blanco y una hoja de unos 30 centímetros de largo, que apareció arriba de una mesa.

Al lugar del incidente acudieron el fiscal Marcelo Martini, junto al juez de garantías Juan Pablo Masi.

Ellos se encargaron de impartir todas las directivas al personal policial, a cargo del comisario mayor Roberto Castronuovo, hasta que retiraron los cadáveres rumbo a la Morgue, para la operación de autopsia.

También actuó una comitiva de la DDI La Plata, bajo directivas del comisario inspector Juan Ibarra, que se encargó, entre múltiples tareas de inteligencia, de recabar testimonios entre los allegados a las amigas asesinadas, en busca de elementos para identificar al homicida.