Doble crimen: el detenido también se negó a declarar

El fiscal del Crimen de La Plata Fernando Cartasegna indagó ayer a Miguel Angel Graffigna (33), el detenido junto a su pareja Romina Gabriela Iddon Silva (33), en la causa que investiga un doble crimen, ocurrido en el 2004, en Villa Elisa.

En tal sentido, voceros judiciales indicaron que Graffigna, patrocinado por el abogado Roberto Casorla Yalet, hizo uso del derecho constitucional que lo asiste y se mantuvo en silencio, al ser interrogado sobre los asesinatos, Nicolás De Sousa (28) y Antonia Zárate (29).

Como se sabe, anteayer, también se negó a declarar la coimputada Iddon Silva.

Ambos siguen detenidos a pedido del fiscal y por orden del juez de Garantías que interviene en el caso, Guillermo Atencio.

La pareja fue detenida el sábado último, la mujer en el aeropuerto de Ezeiza, cuando regresaba de México, al parecer trabajaba allí como prostituta, y el hombre en su casa en el conurbano bonaerense.

CITA SWINGER

En la orden captura se expresó que por ahora se pudo "semiplenamente acreditar", que en las primeras horas del día 22 de agosto de año 2004, una pareja, en la casa ubicada en calle 413 y 27 de Villa Elisa, y en "ocasión de un encuentro pactado para intercambio de parejas, dio muerte a Antonia Zárate enrollando su cuerpo con una cinta de embalar hasta provocarle la asfixia, ocasionándole consecuentemente un sufrimiento mayor al necesario. Que previamente y mediante el empleo de un elemento contundente, dieron muerte a su pareja Nicolás De Sousa, aplicándole con él un golpe en la cabeza que le produjo una rotura de cráneo".

Atencio encuadró el caso como "homicidio calificado en concurso real con homicidio simple, ambos en concurso real con robo", este último por el desapoderamiento de varios efectos de valor de las víctimas y de su camioneta Grand Cherokee.

Entre los testimonios ponderados por el magistrado para decretar las capturas , se mencionó el de una hermana de De Sousa -avalado por otras tres declaraciones-, la cual "hace referencia a la relación swinger que habitualmente mantenían las víctimas", explicaron voceros judiciales.

Según calificados voceros de la investigación, los asesinos manejaban el dato de que el padre de De Sousa, Aldo De Sousa, dueño de una conocida galería de arte en capital federal, con quien incluso el joven trabajaba, iba a poner a la venta un Picasso del siglo XIX.

Se presume que, verídica o no esa versión, la información llegó a manos de los delincuentes, quienes, al no obtener las respuestas que pensaban obtener, mataron a Nicolás y a su novia paraguaya, que se habrían conocido en un local nocturno que funciona en inmediaciones del Distribuidor Pedro Benoit.

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