La muerte de Federico Pippo

Federico Pippo murió el 3 de junio de 2009 en su casa de City Bell. Tenía 68 años.

“Nunca pudo reponerse. Vivía casi aislado, abstraído. Apenas salía para comprar cigarrillos y hacer algunos mandados por el barrio...”, contó un vecino por aquél entonces.

Fue un protagonista central de este caso policial, que finalmente quedó sepultado bajo un manto de impunidad.

Pippo era el ex marido de la profesora Briant y el padre de sus cuatro hijos.

Profesor de Literatura y Filosofía en distintos colegios de La Plata, también trabajó en la Policía bonaerense.

Pero el crimen de su ex esposa cambió el rumbo de su vida para siempre.

Intentó reconstruir su vida laboral, pero no le resultó fácil, como tampoco rearmar su núcleo familiar.

Ya en los últimos años de su vida, se lo veía desmejorado y en un avanzado estado de abandono.

Incluso el 28 de diciembre de 2001 tuvo que ser internado en el hospital neuropsiquiátrico de Melchor Romero, luego de que la Policía lo encontrara deambulando por las calles de City Bell.

Fue en el cruce del camino General Belgrano y la calle 467.

Poco después, peritos comprobaron que hablaba incoherencias .

Padecía, a decir de esos expertos, una alteración mental que revestía peligro para sí y para terceros, por lo que decidieron internarlo.

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