Alrededor de una cantera olvidada renace una pasión
| 30 de Diciembre de 2013 | 00:00

Hacía diez años que Horacio Gattoni (50) se había alejado de las pistas, como muchos de los corredores de su generación. Pero si bien la crisis del año 2001 -que produjo el cierre que gran parte de los campeonatos organizados hasta entonces- lo había distanciado de las competencias, no así de su pasión por el motocross. De ahí que apenas vio la oportunidad de volver a disfrutar de una moto sobre el barro, se reunió con un grupo de amigos y la aprovechó.
La oportunidad, como cuenta Horacio, se produjo el año pasado tras la visita a La Plata del cuatriciclista Alejandro Patronelli. Para que el campeón del Rally Dakar demostrara sus habilidades, “la Municipalidad había recuperado una cantera en Hernández y había hecho un pequeño circuito que quedó abandonado después de la exhibición. Así que nos juntamos entre amigos para alquilar máquinas, lo reacondicionamos y lo empezamos a usar”, cuenta.
Aunque la vida de aquel circuito fue muy breve, ya que la inundación del 2 de abril lo dejó bajo varios metros de agua, el primer paso había sido dado y el grupo de ex corredores ya no estaba dispuesto a dejar las cosas ahí. Organizados formalmente como el Club Enduro Cross La Plata, del que Horacio Gattoni es el actual presidente, consiguieron un terreno lindante y volvieron a construir otra pista en él.
“El dueño nos prestó el lugar para hacer un circuito nuevo de motocross de unos 1.200 metros de largo y ocho saltos”, relata Horacio, quien junto a cuatro amigos se puso de inmediato a trabajar. Para adaptar el nuevo predio, compraron y movilizaron varias toneladas de tierra, instalaron una bomba de agua y tendieron cientos de metros de cañerías para regar la pista a fin de que no vuele polvo en los días secos y se pueda correr.
“Físicamente el motocross te exige mucho: sobre todo piernas y brazos fuertes. Tenés que estar en buen estado para dar cuatro o cinco vueltas rápido. De otra forma te cansás y entonces corres más riesgo de caer”
Hoy su circuito reúne algunos fines de semana a casi medio centenar de entusiastas que disfrutan tanto de los cuatriciclos como del motocross. “Aunque la mayoría somos de La Plata, también viene mucha gente de la zona de Berazategui y Quilmes, porque ellos no tienen dónde practicar por allá”, cuenta Horacio.
Sucede que si bien en nuestra región existen otros circuitos para cuatriciclos y motos, “el nuestro es el único que no es privado -explica el presidente del Club Enduro Cross-. No le cobramos a nadie una entrada. El que quiere colabora para juntar el dinero que se necesita cada tanto para mantener la pista. No nos interesa hacer plata con esto, solamente queremos pasarla bien haciendo lo que nos gusta y promover la actividad”.
Pero el hecho de que el nuevo circuito de motocross de Hernández tenga las puertas abiertas no implica que no ponga requisitos. “No queremos que nadie se lastime. Nos tomamos muy en serio el tema de la seguridad”, cuentan los integrantes del Club, quienes exigen no sólo contar con motos adecuadas para la actividad (no se admiten las de calles), sino también casco, guantes, pechera y botas, o borcegos.
Con el mismo criterio, tampoco se organizan competencias ahí. “Si bien de vez en cuando alguno se mide con otro, la idea no es correr, sino divertirnos, entrenar y compartir la pasión por el motocross”, cuentan desde la entidad, que para evitar accidentes divide el uso del circuito en sesiones de media hora para cuatriciclos y motos por separado.
Punto de encuentro de una nueva generación de entusiastas del motocross, la pista del Club Enduro Cross ofrece también una interesante oportunidad para los que aspiran a iniciarse en la actividad. Y es que desde el momento en que se trata de un entorno no competitivo, los corredores con mayor experiencia suelen acercarse a los más novatos para marcarles los defectos y ayudarlos a corregir su técnica al saltar y caer.
Pero tan importante como la técnica es también el estado físico de los que practican esta actividad. “Físicamente el motocross te exige mucho: sobre todo piernas y brazos fuertes -cuentan los integrantes del Club-. Tenés que estar en buen estado para dar cuatro o cinco vueltas rápido. De otra forma te cansás y entonces corres más riesgo de perder el control de la moto y caer”.
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