Alzugaray, el pintor de la Argentina profunda

La Fundación Catedral le rindió homenaje a este destacado artista platense por adopción

MIGUEL ANGEL ALZUGARAY EXPONE SUS PINTURAS EN EL MUSEO ECLESIÁSTICO CATEDRAL. ALLÍ, EL VISITANTE PODRÁ ADMIRAR ESOS PAISAJES DE LA ARGENTINA PROFUNDA, UNA MARCA CARACTERÍSTICA DE SU OBRA

Por LUIS PAZOS

Mitad profeta, mitad poeta, siempre pintor. Así es hoy, y lo fue siempre, Miguel Angel Alzugaray. El maestro nació en Gualeguay, Entre Ríos, en 1934. Pero La Plata es su hogar adoptivo. Su parada definitiva después de caminar y pintar a la Patagonia entera. Como artista, Alzugaray siempre fue un peregrino. Su Meca fue la gente. En especial la que no tenía nada que ver con el arte.

Hay dos maneras de acercarse a su obra. Es decir, de comprender su alma. La primera son sus cuadros, que están expuestos en el Museo Eclesiástico Catedral, uno de los espacios de arte más originales de la Argentina. Allí están esos paisajes de la Argentina profunda, con su vegetación exuberante, su fauna y sus personajes.

Su técnica, una mezcla de rigor y libertad absolutas, lo convierten en un renovador del arte del paisaje. Es probable que el secreto de su originalidad esté en el hecho de que a través de la naturaleza pintó su vida interior: una caldera siempre en ebullición. Un claro ejemplo de esto es su “Autoretrato”. Están el pajonal, el mate y su paleta. Pero no está su rostro. El paisaje es él.

Precisamente, la segunda manera de entender su arte es conocer su vida. Alzugaray hizo de la pintura una militancia. Siempre creyó que el arte era para todos, sin que importara su edad o condición social. Fue un predicador que en vez de usar palabras eligió los pinceles para decir su verdad. Por eso eligió ser docente en lugares tan distintos como Esquel, Chivilcoy o Berisso.

Esta vocación (toda una actitud política) lo llevó a fundar en 1982 el “Grupo de Pintores Argentinos”. Junto a otros cinco artistas realizó toda una serie de muestras en lugares ajenos a los museos y galerías de arte. Convencido de que el arte es para todos, el grupo expuso en sindicatos, centros culturales y locales.

Realizó más de 200 exposiciones y ganó entre 1956 y el año pasado 13 grandes premios, incluyendo el preciado Sol del Macla. Entre 2003 y 2007 fue director del Museo Municipal MUMART. La Fundación Catedral le realizó un homenaje que seguramente le alegró el corazón. Eso sí, se fue pronto porque al día siguiente, a la mañana temprano, debía estar en su taller enseñando a pintar. Es decir, predicando.

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE