Diciembre en paz: un dato para celebrar

Son semanas de transición, que transitan entre la calma y la ansiedad. El año se termina, apenas quedan dos días hábiles y para muchos eso es fuente de agitación y cierto desasosiego. Pero las Fiestas también imponen su parsimonia. De ahí el contraste.

Lo mejor es que diciembre se va sin más tensiones que las normales. Los pronósticos o temores de un mes socialmente explosivo, afortunadamente quedaron disipados. Y esa es, sin lugar a dudas, la noticia más destacada de los últimos días. El título podría ser “No pasó nada”. Y esta vez sería una noticia, porque desde hace varios meses se venía “anunciando” que algo iba a pasar en diciembre.

Por lo demás, la semana tuvo, como siempre, buenas y malas: Barreda volvió a la cárcel (quizá, el lugar del que no debería haber salido); Montevideo quedó bajo el agua (en otra demostración de la amenaza permanente del cambio climático); los docentes y la Provincia han empezado a negociar (en una demostración de que era posible hacerlo con tiempo y no siempre contrarreloj); un loco mató a un pibe por un incidente de tránsito completamente trivial y un joven senegalés se ahorcó en la casa de un vecino de Tolosa que le había ofrecido algo de comer y un colchón para pasar la noche.

La del senegalés es, quizá, la noticia más triste de la semana. Habla -más allá de la intimidad de un drama insondable- de la fragilidad de una comunidad de inmigrantes que llega a un país en el que todo les resulta ajeno. Entre Senegal y Argentina hay un abismo cultural. Nunca estuvo claro cuáles son los engranajes de esa inmigración que se ve en las calles a través de una única y uniforme actividad: la venta ambulante de la misma mercadería.

Es una historia que obliga a poner la mirada sobre una realidad dolorosa, compleja, que evidentemente encierra secretos y misterios y que, en el medio, devora las ilusiones y la vida de algunos. Eso es lo que muestra, al menos, el trágico final de Thiam Moussa, un joven fornido de 36 años que dejó en una pequeña ciudad senegalesa a una mujer y dos hijos de 5 y 7 años.

Para la música, por otra parte, también fue una semana triste. Joe Cocker y Horacio Ferrer murieron esta semana. Seguramente no se habían conocido. Pero para varias generaciones fueron referencias fuertes de la música. De lo que dejaron y lo que significaron habla la nota principal de la revista EL DIA Domingo.

La próxima semana ya será 2015. Empezará a correr un año de tensiones y definiciones políticas; un año difícil para la economía nacional e internacional; un año en el que probablemente habrá impactantes novedades en causas judiciales que están en pleno proceso. Pero eso será el año que viene. Mientras tanto, vale la pena disfrutar de este diciembre en paz.