Definen ahora el marco jurídico para la nueva etapa de Absa

La gobernadora María Eugenia Vidal y sus asesores definen por estas horas el marco administrativo para avanzar con los cambios en la estructura dirigencial de Absa, la empresa de provisión de agua y saneamiento de la Provincia, blanco de quejas por parte de usuarios e intendentes por las deficiencias en la prestación del servicio.

Como se informó, el gobierno provincial había resuelto disponer una suerte de intervención de la firma que presta servicio a unos 3.700.000 bonaerenses.

La decisión fue informada por el intendente de Bahía Blanca, Héctor Gay, luego de una reunión que mantuvo con Vidal. “La Provincia va a intervenir Absa”, dijo el jefe comunal.

Sin embargo, la posibilidad de una intervención quedó descartada por cuestiones formales y administrativas.

Al tratarse de una sociedad anónima, no existe forma jurídica alguna que permita que la empresa sea intervenida por el Poder Ejecutivo bonaerense.

En rigor, la legislación sí prevé una intervención administrativa sólo frente al requerimiento de un accionista y por parte de la dirección de Personas Jurídicas. En el caso de Absa, el 90% del paquete accionario es de la Provincia y el 10% es de los empleados.

En ese marco, trascendió, ya se resolvió que la presidencia de la empresa quede en manos de Rafael Sardella.

Sardella es un hombre cercano a Mauricio Macri desde sus inicios en la política: fue Director General del Correo Argentino cuando estuvo en manos del padre del presidente, Franco Macri, y luego, una vez estatizado, continuó en el cargo hasta 2009, cuando fue suspendido.

Según trascendió, Sardella ya se presentó como nuevo titular en la empresa, aunque todavía no fue oficializad su designación.

El cambio de mando en Absa fue resuelto por Vidal en las últimas semanas a partir de los numerosos reclamos por las deficiencias en la prestación del servicio.

A los habituales problemas en el abastecimiento y en el mantenimiento de la red de cloacas, se suman las denuncias por el alto nivel de arsénico en el agua, especialmente en el interior de la Provincia.

Las quejas se multiplicaron en las últimas semanas en distintos municipios del sudoeste provincial con epicentro en Bahía Blanca y Coronel Rosales, entre otros distritos.