Escándalos, la pesadilla sin fin
| 21 de Enero de 2016 | 01:12

Por
Eduardo Tucci Opinion
L amentablemente el deporte sigue siendo noticia por episodios que nada tienen que ver con su esencia. Cuando todavía perduraban los ecos del tremendo escándalo que sacudió al fútbol por múltiples hechos de corrupción, que acabaron con varios dirigentes encarcelados, y el atletismo quedó salpicado por los casos de doping, saltó a los primeros planos el caso de las apuestas en el que aparecerían involucrados varios jugadores top del tenis mundial.
El sacudón es muy grande por el alcance que tienen las irregularidades que se denuncian. En el caso del tenis -el último de los episodios turbios conocidos-, habla al menos de 45 partidos arreglados en una década por las mafias de las apuestas.
Investigadores descubrieron una estafa de proporciones por parte de sindicatos de apuestas de Rusia e Italia, que ganaron fortunas con los arreglos de partidos de tenis que incluyeron hasta el mítico torneo de Wimbledon
La investigación realizada por una organización llamada “The Tennis Integrity”, con sede en Gran Bretaña, puso en foco a varios tenistas de primer nivel involucrados en una verdadera red gobernada por la ilegalidad.
Los investigadores, a medida que avanzaron en sus diligencias, fueron descorriendo el telón de una estafa de proporciones por parte de sindicatos de apuestas de Rusia e Italia, que ganaron fortunas con los arreglos de partidos que incluyeron hasta el mítico Wimbledon.
Para lograr sus fines se habrían valido de la complicidad de los tenistas, a quienes en algunos casos, se amenazó en forma violenta para que tomaran parte de la maniobra.
En las últimas horas un informe de la BBC que prometía ser una bomba que salpicaría al deporte blanco no lo fue tanto porque se omitieron los nombres de los tenistas sospechados, por no contar con las pruebas suficientes. Algunos informes preliminares habían deslizado que unos 16 jugadores del Top 50 -incluso campeones de Grand Slam-, se habían visto involucrados en el escándalo de la última década.
El atletismo quedo muy golpeado
El atletismo también tuvo lo suyo en los últimos tiempos con consecuencias naturalmente negativas para la actividad. El ganador de cuatro oros olímpicos y dueño del récord mundial de 400 metros, el legendario Michael Johnson afirmó que la crisis que atraviesa ese deporte como consecuencia de la difusión de una trama de dopaje masivo y de corrupción es aún peor que los escándalos que sacudieron al fútbol y a su ente rector, la FIFA.
Y al respecto, el ex atleta estadounidense sostuvo que la gravedad del caso radica, entre otros aspectos, en la cantidad de aletas damnificados que perdieron la chance de ganar un título frente a rivales dopados. Cabe recordar que la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF) aplicó a la Federación rusa una suspensión por el doping sistemático de sus aletas.
Durante el año anterior el deporte asistió al mayor escándalo futbolístico-institucional que se recuerde por el impactante “FIFAGate” que dejó en la superficie los sucios manejos que se tejían alrededor de la pelota, en los que se vieron involucrados altos dirigentes y entidades de todo el mundo.
En medio de las detenciones y los pedidos de captura de conocidos hombres del fútbol, “Transparencia Internacional” hizo público aquellos días un documento con lapidarias conclusiones: de las 209 asociaciones integrantes de la FIFA sólo 14 habían alcanzado “un estándar mínimo de transparencia” e informaban sobre sus cuentas.
Mientras el tenis vive sus días más agitados, el fútbol no termina de reponerse y el atletismo siente las secuelas de las irregularidades, la pesadilla que viene sacudiendo al deporte obliga a replanteos que deben abarcar a todos los niveles.
La transparencia vulnerada por sucios manejos, lamentablemente, sigue dominando la escena y resulta imperioso cambiar de rumbo.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE