Por el miedo, ya dejan de dar clases en la escuela de 85 y 23 bis

Fue la gota que rebalsó el vaso. Una menor ajena a la escuela y supuestamente drogada intentó ingresar ayer a media mañana a la Secundaria 45 de La Plata, y ante la negativa de una preceptora la agredió físicamente y la amenazó: “Cuando salgas te mato”. Atravesada por un estado de inseguridad cotidiano desde hace largo tiempo, la comunidad educativa decidió tras el hecho de la víspera “suspender las clases hasta que se garantice la integridad física de alumnos y profesores”.

Como publicó este diario en su edición del sábado pasado, docentes de la institución contaron que “la situación ya no da para más y nadie nos da una respuesta”. Asimismo apuntaron que la problemática fue in crescendo. Desde que se inauguró el edificio de 23 bis y 85, a mediados del 2015, “hubo hechos delictivos, aunque aislados y sobre todo en el turno noche. Pero este año todo empeoró. Comenzaron a registrarse episodios a cualquier hora del día y mucho más violentos. Y en los dos últimos meses se tornó desesperante”.

Casi sin quererlo, las profesoras describieron hace una semana el hecho que se vivió ayer en la escuela de Altos de San Lorenzo.

Andrea, profesora de Prácticas del Lenguaje y Literatura, contó que “cerca de las 10 llegó una chica del barrio junto a un varón. Estaba en un estado lamentable de consumo. Quiso entrar a la fuerza al colegio y la preceptora le dijo que no podía. Entonces comenzó a ponerse violenta. Cerca de la puerta había otra preceptora hablando por teléfono celular (no hay fijos en la escuela), y creemos que debe haber pensado que estaba llamando a la policía, porque se alteró terriblemente, al punto que puso la pierna para evitar que cierren la puerta por completo y pateó a la docente. Se la pudo contener. Ahí fue cuando comenzó a amenazarla de muerte, a gritarle que le iba a romper el auto (algo que los profesores padecen a diario) y a insultar a todos, hasta que se fue”, relató Andrea, ganada por la impotencia.

“saben lo que pasa”

“Hemos hecho un acta por cada episodio que sufrieron los alumnos o los docentes, y hasta hoy seguimos sin respuestas. Ya no podemos garantizar la seguridad de los chicos ni la nuestra. La Dirección de Escuelas tiene que responsabilizarse”, enfatizó la profesora.

Afirmó que desde el sábado, cuando hicieron público el problema, “no cambió absolutamente nada. Pasaron dos inspectoras y dijeron que no estaba en sus manos la solución”, remarcó, para indicar que ya efectuaron la denuncia policial y anticipar que junto con los directivos irán a la Jefatura Distrital a plantear la situación.

Hay chicos que dejaron de ir a clases. Y profesoras que, pese a trabajar desde hace años en la institución, están pensando en irse.

“En Educación saben desde principios de año lo que pasa. Algo deberán hacer. Nosotros ya nos reunimos con el delegado municipal y con personal de la Comisaría 8ª, pero nos dijeron que no tenían patrulleros para una guardia permanente, por lo que apenas pasa uno en los horarios de entrada y salida de alumnos. Eso no alcanza. Los hechos ocurren a toda hora”, finalizó.

A la Escuela 45 concurren más de 400 jóvenes en tres turnos: mañana, tarde y noche.