River aprovechó el momento de un Vélez que no pega una
| 2 de Octubre de 2016 | 01:35

River Plate saltó al segundo puesto de la tabla del torneo de Primera con una goleada de 3-0 a Vélez Sarsfield, en el Monumental. Sebastián Driussi, en dos ocasiones, y Lucas Alario, de penal, marcaron los goles del conjunto que conduce Marcelo Gallardo, frente a un visitante que jugó casi todo el encuentro con uno menos por la expulsión de Blas Cáceres, a los 8 minutos.
Con la victoria, River mantuvo el invicto (3-2-0) y llegó a las 11 unidades, igual que Racing y Newell’s y a una del líder Estudiantes, que hoy se pondrá al día con el clásico frente a Gimnasia.
Vélez, en tanto, extendió su crisis y, a la espera de su nuevo técnico Omar de Felippe (tras la renuncia de Christian Bassedas ayer lo dirigió interinamente Alberto Fanesi), quedó con solo tres puntos (1-0-4) y la tabla de los promedios para el descenso, aunque suene increíble, ya empieza a resultarle una preocupación real.
El Millonario intentó dominar el partido desde el primer momento, y de hecho a los 5 minutos ya tuvo una buena situación de riesgo cuando Tomás Andrade remató desviado tras una combinación con Alario por la izquierda.
Pero una jugada inclinó decididamente el desarrollo del encuentro: a los 8 el árbitro Rapallini expulsó con roja directa a Blas Cáceres por una agresión a D’Alessandro. La sanción pareció exagerada y Vélez, además de la inferioridad numérica y del pésimo momento que atraviesa, debió lidiar desde allí con la sensación de injusticia. No le fue bien.
River se apoderó de la pelota y empezó a buscar el gol con paciencia, explotando los espacios. Y a los 15 llegó el 1 a 0, a través de Driussi, que aprovechó un rebote que dio Aguerre tras un disparo de Alario.
El partido entró en una meseta. Los de Nuñez no tuvieron profundidad para darle correlato a su dominio y Vélez careció de armas para ir por el empate.
Así se terminaba el primer tiempo hasta que Nasuti, en una torpeza, intentó despejar ante una entrada de Driussi, llegó tarde a la pelota y rozó el tobillo del delantero. Para el árbitro fue penal. Aguerre desvió el primer remate de Alario, pero a instancias del asistente Rapallini ordenó la nueva ejecución -otra vez, y por partida doble, la sensación de injusticia para la visita-, y en la repetición el goleador no falló: 2 a 0 y al descanso.
El Fortín, con amor propio y dignidad, intentó una reacción en el complemento. Tuvo una chance de descuento, en los pies de Pavone. Y a los 10 se diluyeron sus últimas esperanzas: Driussi -la gran figura, otro acierto de Gallardo al darle la titularidad para este certamen- entró al área por la derecha, recibió una asistencia de D’Alessandro y batió a Aguerre, de floja respuesta.
El resto del tiempo sobró.
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