Los ídolos dudan, los técnicos se quedan sin trabajo
| 20 de Diciembre de 2016 | 01:23

Por
Eduardo tucci
enfoque
C ayó el telón para el fútbol en medio de un clima extraño. Esta vez la atención no estuvo centrada en destacar a los mejores, analizar las producciones de los protagonistas o establecer quienes quedaron en deuda. En el cierre de temporada las mayores expectativas quedaron centradas en saber si Carlos Tevez se queda o acepta la millonaria propuesta china o adivinar el rumbo que tomará Marcelo Gallardo con ganas de colgar el buzo de DT riverplatense.
Rara escenografía para un fútbol más preocupado por adivinar que hay detrás de los gestos de los dos protagonistas centrales de esta novela de final incierto. Pocos miran la tabla de posiciones, la pelea por el premio mayor que sostienen algunos o la lucha por permanecer de otros. La cosa pasó por tratar de establecer que camino elegirán las dos figuras centrales de Boca y de River.
El torneo, mientras tanto, dejó un récord para el asombro: con el portazo que pegaron cuatro entrenadores en la jornada de cierre, suman 19 los DT que se quedaron sin trabajo en 14 fechas.
No caben dudas que ser técnico en la Argentina constituye una real aventura, sentarse a dar indicaciones desde el banco de suplentes resulta una profesión de alto riesgo y que de esta locura no se salva nadie. Contrariamente a lo que siempre se pregonó sobre la incomodidad que significaban los torneos cortos para la consolidación de los proyectos futbolísticos a largo plazo, el torneo más largo de los últimos años no hizo más que acentuar una tendencia. No hay paciencia para aguardar que empiece a rendir frutos un trabajo de largo aliento, los resultados mandan más que nunca y la prueba está en que hasta hubo algunos clubes que cambiaron más de una vez de conductor.
Sólo 13 equipos de los 30 participantes sostuvieron a sus entrenadores desde el comienzo del actual certamen. Pero hay otro dato que habla a las claras de la impaciencia reinante: desde el comienzo del año, sólo cinco planteles mantuvieron a sus responsables técnicos, los restantes fueron cambiando de mano con el correr de las jornadas hasta completar un escenario de inestabilidad alarmante.
Mientras tanto, Boca no alcanzó a festejar del todo su liderazgo en soledad porque no sabe cómo serán las cosas de aquí en más sin la batuta del Apache y River mezcló las celebraciones por la Copa Argentina con las dudas que transmitió el Muñeco cada vez que habló del futuro.
Así cerró el año futbolero. “Se va o se queda”, resultó al final la frase más escuchada con Tevez y Gallardo como las figuras centrales de una historia con final abierto. Los que sí tuvieron que irse, a la fuerza, fueron los DT blanco de la inestabilidad que gobierna en el deporte más popular.
Sólo 13 equipos de los 30 participantes sostuvieron a sus entrenadores desde el comienzo del actual certamen.
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