CONTRATO (soneto para el día del golero)

No juego si primero no hay contrato

o no ponen lo que les hice saber

estoy harto de promesas por doquier

y ya está por largar el campeonato.

Supe ser el golero timorato

a quien jamás se le vio desfallecer

en las batallas que hubo que ofrecer

coraje más esfuerzo a cada rato.

Desde aquella vivencia alucinante

las cosas han cambiado y no es lo mismo

hacerlo porque sí, lo más campante.

Por eso se ha acabado mi altruismo

de allí que voy por algo interesante:

valorizar mi profesionalismo.