Augusto Zanela La simpleza de la luz

Por

Nicolás Isasi

El poder de la iluminación es infinito y las aplicaciones que se pueden hacer a partir de la luz, también. “El principio de todo diseño es la luz” decía el reconocido escenógrafo suizo Adolphe Appia. Y no se equivocaba. Esa radiación electromagnética percibida por el ojo humano, tiene la capacidad de paralizarnos y obnubilarnos a cada paso, pero a su vez puede calentarnos y darnos vida como en el caso del sol, hasta divertirnos y hacernos reflexionar, como en el cine desde hace más de 100 años.

En esta ocasión, Augusto Zanela invita al espectador a sumergirse en el universo de los juegos ópticos. Nacido en Buenos Aires, el artista es arquitecto egresado de la UBA, y director y docente del Taller de Fotografía de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de dicha entidad educativa. El proyecto actual se ubica en la gigantesca sala del Centro Cultural Recoleta, donde se presentan 3 obras de su autoría que no por ser pocas son menos importantes, al observar su pregnancia y tamaño. Con gran creatividad explora una serie de planteos espaciales utilizando recursos simples como la luz de neón o tubos fluorescentes que cuelgan desde arriba como si se tratara del esqueleto de un dinosaurio.

En primer lugar es muy extraño entrar a la enorme sala Cronopios y encontrarla prácticamente vacía pintada de blanco. Cualquiera que haya ido anteriormente, podrá imaginar la situación de un espacio en construcción. La deformación de las imágenes con decenas de tubos colgados produce un caos visual con un objetivo principal: mostrar un increíble juego óptico. En las otras salas, las instalaciones lumínicas de Zanela presentan todo lo contrario. Cuerdas, 2015/2016, atrapa al espectador en una atmósfera oscura y reducida respecto a lo anterior, provocando un cambio rotundo. Los materiales son similares, pero acá se puede apreciar el color y la luz ultravioleta, creando formas y palabras.

Esa construcción de formas geométricas llamada “S/T (el primer día), estimula al espectador a desplazarse e interpretar la obra desde diferentes puntos de la sala. El enorme espejo que se encuentra en una de las paredes va modificando la obra y al ubicarse en el punto justo, se produce el hallazgo. La respuesta tendrá que verla en vivo y en directo ante sus propios ojos. No tiene sentido revelarla aquí de antemano porque vale la pena acercarse al lugar para experimentarlo.

PARA AGENDAR

“El primer día” de Augusto Zanela. Centro Cultural Recoleta. Calle Junín 1930, CABA. Sala Cronopios. Martes a viernes de 13.30 a 20.30hs. Sábados, domingos y feriados de 11.30 a 20.30hs. Lunes cerrado. Hasta el domingo 31 de julio.

Adolphe Appia
Augusto Zanela
Augusto Zanela Cultural Recoleta Junín
Buenos Aires
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