Un globo de ensayo con la mira puesta en 2017

Lo que en las últimas semanas habían sido mensajes de acercamiento y gestos de buena sintonía se convirtió ayer en una foto de unidad que podría anticipar el escenario electoral para el año próximo.

Sin referentes del kirchnerismo duro (apenas estuvo el ex secretario de Seguridad Sergio Berni) y sin La Cámpora, peronistas de distintas vertientes y massistas se mostraron juntos para presentar el proyecto de ley para el traspaso del control de las policías locales a los intendentes.

Se trata de un planteo que apunta directamente al gobierno de Maria Eugenia Vidal, a quien los hombres del Frente Renovador reprochan por el atraso que sufren en el envío de fondos para solventar el funcionamiento de la fuerza.

Pero más allá de las cuestiones formales, la movida apuntó a enviar una clara señal sobre la llegada de una nueva etapa en el peronismo de la Provincia, no sólo luego de la derrota en las urnas del año pasado sino especialmente después de los últimos episodios, como la detención de José López, que para muchos firmaron el certificado de defunción del kirchnerismo.

El escenario tiene como nuevos protagonistas, entre otros, al grupo “Padua” de intendentes que mantienen buen diálogo con el gobierno de Vidal y que tienen como uno de sus exponentes a Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora.

Pero en la escena también aparecen sectores como el Movimiento Evita, representado ayer por el diputado Fernando “Chino” Navarro, quien no oculta su intención de avanzar en un esquema de convivencia con el Frente Renovador.

Con las acciones en alza, el massismo reconoció que la foto de ayer fue una suerte de “globo de ensayo” de cara al escenario electoral del año próximo. “Queremos ver cuál es la recepción de un posible acuerdo electoral”, dijeron, fuera de micrófono, refentes de la fuerza que lidera Sergio Massa.

En ambos sectores, algunos ya apuraban las especulaciones de cara a una posible grilla que reúna en una misma boleta a Massa, Insaurralde y Margarita Stolbizer.

Desde la Gobernación, curiosamente, la lectura fue similar. “Es una movida de cara al año que viene” minimizaron en el entorno de la gobernadora Vidal, que además se mostraron escépticos sobre la posibilidad de que el proyecto sobre policías locales avance en la Legislatura.

En tanto, y según trascendió, un grupo de intendentes del peronismo ya comenzó a trabajar en una estrategia alternativa de cara a las elecciones del 2017, si es que el PJ provincial no logra salir de la terapia intensiva.

En caso de no contar con un candidato competitivo o directamente no tener chances claras de triunfar en los comicios del próximo año, prosperaría la idea de confluir en un acuerdo electoral con la gobernadora María Eugenia Vidal.

Uno de los artífices de esta movida es Alejandro Granados (Ezeiza), pero también contaría con el visto bueno de Insaurralde. Ambos dialogan permanentemente con sus pares, profesando “una buena relación” con el Ejecutivo bonaerense.

“Tirar piedras por tirar, no. Los que tiran piedras, después no pueden pagar ni los sueldos de los empleados del municipio”, razonó un jefe comunal que adhiere a la línea Granados-Insaurralde.

El objetivo todavía es difuso, debido a que falta mucho tiempo en términos políticos para las elecciones: el gobierno provincial depende del éxito económico de la Nación, y los escenarios aparecen y desaparecen según le vaya bien o mal a Mauricio Macri.

“No nos vamos a pasar al PRO o a Cambiemos; la idea es un frente o algo”, reveló un dirigente con buena llegada a los jefes comunales.