Ensenada no tiene librerías y archivaron un proyecto que buscaba seducirlas

“En Ensenada no hay librerías”. A partir de esta afirmación, concejales de Cambiemos presentaron un proyecto para “atraer” ese tipo de comercios a la vecina ciudad pero la iniciativa disparó una ácida polémica con el kirchnerismo gobernante que finalmente mandó el proyecto al archivo.

De acuerdo a una evaluación hecha por los ediles Fernanda Ivelli y Emilio Canutti, del frente Cambiemos ensenadense, en ese distrito no hay ninguna librería establecida por lo que consideraron necesario impulsar mecanismos para “acercar el libro y la lectura a toda la comunidad” y “convertir a Ensenada en una gran biblioteca”.

En ese marco la propuesta incluye la participación de clubes, asociaciones intermedias, centros de jubilados, partidos políticos y empresas al tiempo que se impulsa la instalación de “espacios para la reflexión sobre determinados libros y autores, reuniones literarias, conferencias y charlas brindadas por escritores de renombre nacional e internacional, al margen de la convocatoria a los escritores de la región”.

Pero lo que disparó la polémica fue uno de los artículos del denominado proyecto “fábrica de lectores”. La autora de la iniciativa, la macrista Fernanda Ivelli, propuso otorgar ventajas impositivas a diez años para impulsar la instalación de librerías, distribuidoras de textos, editoriales e imprentas en todo el partido. Y que recién se les cobrarían tasas municipales hasta el año 2026.

Durante el debate el oficialismo K puso en el grito en el cielo y acusó a Ivelli de querer sacar rédito político y pretender perjudicar al Estado Municipal. “Mientras su gobierno aumenta todo ella pretende que este Municipio no cobre tasas para favorecer negocios privados”, se enrostraron desde la bancada K donde después otras muchas críticas al proyecto consideraron que no valía la pena “ni discutirlo”.

Ivelli, por su parte, defendió la iniciativa señalando que “la lectura es principal fuente de conocimiento, ayuda a comprender el mundo, a comunicarnos, a pensar de forma crítica y creativa y por ende hacernos más libres”. Pero no pudo contra la mayoría que decidió enviar su proyecto al archivo.